Honda Motor Co. ha anunciado sus planes para reanudar la producción regular en sus plantas de Norteamérica a partir de la próxima semana, tras una interrupción de tres semanas. La interrupción comenzó a finales de octubre debido a una escasez de semiconductores relacionada con Nexperia. El fabricante japonés confirmó hoy que ha asegurado suficientes componentes para iniciar la restauración gradual de las operaciones.
Según un portavoz de Honda, la compañía ha asegurado cierto nivel de suministro alternativo de semiconductores. Ha iniciado un retorno gradual a la normalidad en sus plantas de Estados Unidos, Canadá y México.
La paralización de la producción comenzó el 28 de octubre, cuando el fabricante de automóviles detuvo la producción en la planta automotriz de Celaya, en México, que produce el SUV multipropósito HR-V para el mercado norteamericano.
Honda ha advertido que la reanudación prevista para la próxima semana podría sufrir modificaciones, señalando que la situación del suministro sigue siendo inestable a pesar de haberse buscado componentes alternativos. El cuello de botella en el suministro se debe trac aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como a la intervención de Nexperia por parte de los Países Bajos, lo que afectó a su capacidad para exportar ciertos chips fabricados en China.
Nexperia, con sede en los Países Bajos y filial de la empresa china Wingtech Technology, suministra materiales semiconductores utilizados en tron (ECU). Según un estudio , las ECU controlan el rendimiento del motor, las funciones de seguridad y los sistemas de climatización. Cabe destacar que los vehículos modernos dependen en gran medida dent los chips; por lo tanto, cualquier interrupción en el suministro de componentes de las ECU puede paralizar toda la línea de producción.
La planta de Celaya, México, que permanece cerrada, tiene una capacidad anual de 200.000 unidades. En 2024, produjo aproximadamente 190.000 unidades del modelo HR-V destinado al mercado norteamericano. El cierre de tres semanas puso en riesgo el suministro de los modelos más importantes de Honda, generando preocupación en toda la industria automotriz japonesa. Nissan realizó una encuesta entre sus proveedores para determinar el impacto y si podría enfrentar restricciones similares, pero no se reportaron efectos a gran escala.
Los chips de Nexperia afectados estaban sujetos a las regulaciones de exportación chinas. Estas normas se endurecieron en medio de tensiones geopolíticas y de acceso tecnológico entre China y Estados Unidos. Según un informe , las tensiones se han atenuado tras el acuerdo alcanzado entre Trump y Xi Jinping sobre la República de Corea el 2 de noviembre.
Según el informe, el acuerdo redujo las tensiones comerciales entre los dos países, ya que se redujeron los aranceles estadounidenses, China realizó grandes compras de productos agrícolas estadounidenses y revirtió varias medidas de control de exportaciones y represalias.
Según un informe , el acuerdo suspendió las restricciones que China planeaba imponer a los minerales de tierras raras y los imanes, esenciales para la fabricación de chips para motores de vehículos eléctricos, equipos de energía renovable y armamento. China confirmó que emitirá licencias para permitir las exportaciones de galio, germanio, antimonio y grafito a empresas y proveedores estadounidenses.
Un portavoz de Honda declaró a Reuters que una interrupción prolongada habría podido agravar la escasez de vehículos en el mercado norteamericano, especialmente en el segmento de los crossovers compactos, donde se posiciona el HR-V. La interrupción también podría haber afectado a proveedores y socios logísticos vinculados a las operaciones de Honda en Norteamérica. Se espera que la reanudación de la producción la próxima semana estabilice el suministro; sin embargo, podrían producirse nuevas interrupciones debido a problemas sin resolver en la producción de chips de Nexperia.
La búsqueda de una oferta diversificada de chips semiconductores se ha mantenido desde 2020, en respuesta a la escasez mundial de chips, pero las ECU presentan un desafío particular. Según un informe de Reuters, las ECU dependen de componentes especializados que no se pueden reemplazar fácilmente, lo que deja a los fabricantes vulnerables a los riesgos geopolíticos.
Hasta el momento, Honda publique actualizaciones adicionales a principios de la próxima semana, conforme sus instalaciones retomen la normalidad. Los planes de recuperación de la empresa representan el primer paso tras la interrupción de la cadena de suministro, lo que pone de manifiesto la continua fragilidad del mercado global de semiconductores.
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