El Dólar estadounidense ha recuperado algo de fuerzas frente al Peso mexicano, subiendo este martes a máximos de dos días en 19.40 tras tocar previamente un mínimo diario en 19.20. Al momento de escribir, el USD/MXN cotiza sobre 19.37, ganando un 0.73% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar (DXY) ha repuntado tras la publicación de las ventas minoristas de Estados Unidos, que crecieron un 0.1% en agosto tras el aumento del 1.1% de julio, mejorando las expectativas del mercado de una caída del 0.2%. El billete verde, que había vuelto a probar los mínimos de septiembre en 100.57 justo antes del dato, ha repuntado después a 100.86, moviéndose ahora alrededor de 100.85 puntos, creciendo un 0.19% diario.
Mientrastanto, siguen creciendo las probabilidades de que veamos un recorte de 50 puntos básicos en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos en la reunión de miércoles 18 de septiembre. La herramienta FedWatch de CME Group ya eleva al 65% esta probabilidad, mientras que solo da un 35% de opciones a una rebaja de 25 puntos básicos.
Los operadores del USD/MXN se mantendrán ahora a la espera del anuncio de la Fed de mañana, que se publicará después del gasto privado del segundo trimestre de México y de los datos de permisos de construcción e inicios de viviendas en EE.UU. para el mes de agosto.
El precio del Dólar estadounidense sigue manteniendo la perspectiva alcista frente al Peso mexicano en gráfico diario. De continuar el movimiento al alza de hoy, la primera resistencia aparecerá en 19.46, media móvil de 100 períodos en gráficos de una hora. Más arriba, la barrera principal estará en la zona psicológica de 20.00 y en 20.15, techo de septiembre y de 2024.
A la baja, el soporte inicial está en 19.15, mínimo de septiembre registrado ayer. Por debajo de la zona de 19.00 hay riesgo de una caída hacia 18.26, media móvil de 100 en gráfico diario.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.