TradingKey - El 28 de mayo, hora local, el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos dictaminó que la llamada política de «aranceles recíprocos» del expresidente Donald Trump -anunciada el 2 de abril (etiquetada por Trump como el «Día de la Liberación»)- es inválida, afirmando que viola la Constitución estadounidense y constituye una extralimitación de la autoridad ejecutiva.
El tribunal señaló que, según la Constitución de EE.UU., la regulación del comercio es competencia legislativa exclusiva del Congreso. Por lo tanto, el presidente no puede saltarse el proceso legislativo e imponer medidas arancelarias al amparo de poderes de emergencia, alegando la protección de intereses económicos internos. Esta sentencia se considera un duro golpe a las políticas arancelarias de Trump.
La demanda fue iniciada por la organización legal sin ánimo de lucro Liberty Justice Center en nombre de cinco pequeñas empresas afectadas por los aranceles. Jeffrey Schwab, abogado de los demandantes, argumentó que la administración de Trump intentó justificar los aranceles utilizando la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés), pero los aranceles no se encuentran entre las autoridades otorgadas bajo esa ley. Además, señaló que un «déficit comercial a largo plazo» no constituye una amenaza nacional inmediata y, por lo tanto, no cumple los criterios para declarar una emergencia nacional.
Además, ya se han presentado al menos siete demandas contra la política arancelaria de Trump. Además de este caso, otras 13 organizaciones a nivel estatal y pequeñas y medianas empresas también han puesto en marcha acciones legales similares.
Sin embargo, el equipo de Trump respondió rápidamente, presentando un recurso ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal a los pocos minutos de conocerse la sentencia. También presentaron pruebas que indicaban que más de 700 millones de dólares en ingresos arancelarios diarios se verían afectados por la decisión del tribunal.
Esta sentencia pone de relieve una vez más el sistema de frenos y contrapesos integrado en el marco estadounidense de separación de poderes y sirve de advertencia sobre los riesgos jurídicos asociados a futuras políticas comerciales de naturaleza similar.
Según Zico Xiao, analista de TradingKey, la administración de Trump sigue firmemente comprometida con sus políticas arancelarias. Si la decisión del tribunal se mantiene en apelación, Trump podría seguir impulsando el caso hasta el Tribunal Supremo, o incluso ordenar al poder ejecutivo que se niegue a cumplir con la orden judicial.
El momento de la repentina paralización del tribunal federal coincide con la reciente presentación del proyecto de ley «Big Beautiful» por parte de la administración Trump, que apenas fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora está a la espera de ser revisado por el Senado. En opinión de Xiao, este incidente refleja la profundización del conflicto político entre los dos principales partidos de Estados Unidos.
Como resultado, las opiniones sobre esta cuestión siguen estando muy divididas en función de los partidos. Una mayoría de partidarios republicanos cree que el tribunal federal se ha «extralimitado en su función al interferir en el poder ejecutivo», mientras que más del 70% de los demócratas apoya la medida del tribunal como un «control necesario del poder presidencial.»
En resumen, el núcleo de la estrategia de gobierno de Trump radica en «aumentar los aranceles en el extranjero mientras se recortan los impuestos en el interior», sirviendo los primeros como base financiera de los segundos. Los ingresos arancelarios ayudan a compensar las pérdidas derivadas de la reducción de los tipos del impuesto de sociedades y justifican el aumento del gasto en defensa. El analista Zico Xiao cree que esta disputa puede conducir en última instancia a un nuevo compromiso sobre el proyecto de ley «Big Beautiful», con Trump posiblemente revisando ciertas disposiciones y llegando a un acuerdo con los demócratas a través de la negociación y concesiones parciales.