La perspectiva macroeconómica de Corea para 2026 probablemente estará impulsada más por la demanda interna que en 2025. Sin embargo, las condiciones financieras externas podrían representar una barrera para el rendimiento interno. Las preocupaciones sobre la estabilidad financiera probablemente limitarán la flexibilidad de la política monetaria y fiscal. El papel del gobierno en la gestión de riesgos será importante para contener problemas financieros crónicos, informa el economista de Standard Chartered, Chong Hoon Park.
"La perspectiva económica de Corea para 2026 apunta a un perfil de crecimiento más equilibrado en comparación con 2025, cuando la actividad estuvo impulsada en gran medida por las exportaciones y el ciclo global de semiconductores. Esperamos que la demanda interna contribuya de manera más significativa al crecimiento, junto con un rendimiento continuo de las exportaciones, reflejando una probable recuperación cíclica en el consumo y la inversión en construcción. Las exportaciones, particularmente la inversión en el extranjero relacionada con la IA y los envíos de semiconductores, seguirán siendo un estabilizador importante, pero ya no el motor de crecimiento dominante, en nuestra opinión."
"Preveemos un crecimiento del PIB de aproximadamente 2.0% en 2026, mejorando desde nuestra estimación del 1.0% en 2025. El consumo privado debería recuperarse gradualmente, apoyado por efectos de riqueza de un mercado de valores más firme y la disminución de los efectos negativos de base sobre los ingresos reales. La inversión en construcción probablemente se recuperará tras una prolongada contracción, reflejando la desaparición de efectos negativos de base inusualmente fuertes en lugar de un nuevo repunte estructural. Como tal, esperamos que la recuperación siga siendo cíclica en lugar de estructural. Las exportaciones deberían seguir apoyando el crecimiento, pero su contribución incremental podría moderarse dado los fuertes efectos de base de 2025. Esto debería permitir que la demanda interna juegue un papel más importante en la mezcla de crecimiento, lo que probablemente resultará en una expansión más equilibrada que en años recientes."
"Sin embargo, esta perspectiva podría desarrollarse dentro de un entorno financiero global exigente, definido por tres fuerzas: la persistente inflación en EE.UU., la expansión fiscal global en curso y la continua competencia por la liquidez global en dólares estadounidenses. Si bien no creemos que estos factores anulen la narrativa de crecimiento equilibrado de Corea, podrían moldear las condiciones financieras bajo las cuales avanza la recuperación económica y restringir la flexibilidad de la política."