El presidente de EE.UU. Donald Trump golpeó a los mercados con una nueva amenaza de aranceles el viernes, continuando su ataque a China por su decisión de imponer requisitos de licencia de exportación aún más estrictos a las entidades extranjeras que intentan mover minerales críticos de tierras raras fuera de China.
Donald Trump declaró a través de una publicación en redes sociales que impondrá un nuevo arancel del 100% a todas las exportaciones con destino a EE.UU. desde China, mientras el manual personalizado de Trump de castigar a sus propios electores para sancionar a naciones extranjeras continúa desarrollándose.
Cómo logrará la administración Trump un nuevo arancel de importación sigue siendo un problema que deben resolver otras personas dentro del equipo de Trump. El gobierno de EE.UU. se encuentra actualmente en modo de cierre tras la falta de acuerdo del Senado sobre cómo financiar las operaciones federales, lo que dificulta tanto el cobro como la recaudación de nuevos impuestos comerciales en la frontera.
Los mercados globales están actualmente en modo de cierre, con las bolsas americanas apagadas por el largo fin de semana del Día de Colón. Sin embargo, los rendimientos del Tesoro se dispararon al cierre, y los inversores regresarán a un panorama de sentimiento muy diferente el martes.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.