El mercado de criptomonedas se ha vuelto adicto al dinero fácil. Cada ciclo producía la misma fórmula: lanzar un token con un airdrop masivo, generar un pico de liquidez, diseñar una cotización agresiva en un exchange y observar cómo el entusiasmo inicial inflaba las valoraciones mucho más allá de lo que el producto subyacente podía justificar.
El patrón ya está bien documentado. Los tokens de alto valor de mercado distribuido (FDV) y bajo capital flotante (proyectos que debutan con valoraciones totalmente diluidas de miles de millones de dólares, pero con solo una pequeña fracción de tokens en circulación) presentan un rendimiento consistentemente inferior una vez que comienza la negociación real. Los análisis de los airdrops de 2024 muestran que aproximadamente el 88 % de los tokens distribuidos por airdrop caen por debajo de su precio de cotización en un plazo de tres meses.
Los entusiastas de las criptomonedas se están cansando de los lanzamientos que priorizan la publicidad y se inclinan cada vez más por tokens con rendimiento real, economías transparentes y creación de valor a largo plazo. Una encuesta de reveló que tanto los inversores minoristas como los institucionales demandan productos tokenizados que generen ingresos reales, como las monedas estables, los protocolos de crédito/préstamo y los sistemas de comisiones compartidas.
Las criptomonedas están evolucionando desde instrumentos de negociación especulativa hasta componentes de infraestructura que refuerzan la actividad financiera real. En lugar de estar diseñados para la volatilidad a corto plazo, los modelos de tokens modernos se centran en emisiones controladas, la captura de valor impulsada por la recompra, incentivos predecibles y una utilidad de marketing directamente vinculada al rendimiento del protocolo. Todos estos principios conforman la base de tokens sostenibles como 8LNDS, lanzado por la plataforma de crowdlending P2P, 8lends .
A diferencia de los lanzamientos tradicionales, 8LNDS ingresa al mercado como un token de solo ganancia: no se puede comprar en plataformas de intercambio y se distribuye exclusivamente a través de la participación en la plataforma (actividad de préstamo y contribución de la comunidad). Si bien el token estará disponible para inversores minoristas a través de plataformas de intercambio más adelante, por ahora, esta opción está restringida intencionalmente para evitar que especuladores y bots de MM alteren el ecosistema en sus etapas iniciales. Para fomentar la participación de la comunidad, el mecanismo de Prueba de Préstamo (PoL) . Este vincula directamente la emisión de tokens con la actividad crediticia real de las pymes. Los inversores reciben aproximadamente un 6% en recompensas de tokens sobre su volumen de préstamos, con derechos adquiridos durante 10 meses, lo que garantiza la alineación con la participación a largo plazo en la plataforma en lugar de la extracción a corto trac .
Además, en el nuevo paradigma, los tokens adoptan un modelo de valor de token similar al Bitcoin (BTC), que incluye un suministro limitado y mecanismos de quema regular (conocidos como halvings en el ecosistema BTC). Por ejemplo, 8LNDS tiene un suministro limitado de 100 millones de tokens, junto con mecanismos de recompra y quema que reciclan los ingresos reales del protocolo para generar valor a largo plazo. Este mecanismo de recompra y quema también forma parte de MakerDAO (MKR) y se alimenta de los ingresos del protocolo provenientes de las comisiones de estabilidad de DAI. Esto crea un vínculo directo entre el rendimiento del token en el mercado y la salud del sistema crediticio subyacente, lo que enfatiza la disciplina de la tokenómica para reforzar la resiliencia del ecosistema a largo plazo.
Además de la ventaja másdent de los tokens de utilidad (la generación de capital a largo plazo), hay más razones por las que el mercado opta cada vez más por un tipo de activo como 8LNDS:
La transición hacia tokens orientados a la utilidad aún se encuentra en sus etapas iniciales. Si bien proyectos destacados como 8LNDS o MKR demuestran el potencial de las criptomonedas sostenibles, muchas otras iniciativas apenas comienzan a explorar este modelo. Maple (MPL), por ejemplo, representa un experimento en fase inicial, que prueba cómo los incentivos de los tokens pueden alinearse con los mercados de crédito institucional, pero aún enfrenta desafíos estructurales y de liquidez. Goldfinch (GFI), en cambio, ocupa una posición más avanzada, vinculando con éxito la gobernanza y los incentivos crediticios con el rendimiento crediticio real. En conjunto, estos ejemplos ilustran una clara evolución del mercado: los tokens se construyen cada vez más para respaldar la actividad económica real en lugar de la especulación a corto plazo.