Zoox, la empresa de robotaxis respaldada por Amazon, acaba de lanzar su servicio público de taxis autónomos en San Francisco.
El lanzamiento comenzó el martes y está abierto a las personas que se registren a través del programa Zoox Explorer utilizando la aplicación Zoox.
Los usuarios pueden realizar viajes gratuitos por SoMa, Mission y el Design District, ya sea ingresando un destino o eligiendo uno de los lugares sugeridos por Zoox.
La compañía comenzó a operar este servicio en Las Vegas en septiembre, pero San Francisco no es un territorio nuevo.
“Zoox lleva probando su tecnología autónoma en San Francisco desde 2017”, declaró la directora ejecutiva, Aicha Evans. La describió como el “hogar” de la empresa y afirmó que el equipo está deseoso de ampliar su presencia y hacer que el servicio esté más disponible en toda la ciudad.
Lo que distingue a Zoox de otras empresas como Waymo o Tesla es que sus robotaxis no son sedanes ni SUV adaptados. Están diseñados específicamente para este fin, desde el chasis. Sin volante. Sin pedales.
Dos simples bancos enfrentados en un vehículo cuadrado que parece más un pequeño salón que un coche. No tiene ni delante ni detrás. Puede circular en ambos sentidos y cambia las luces según la dirección.
Este sistema también incorpora una gran cantidad de sensores y cámaras alrededor del vehículo. Si el sistema se enfrenta a una situación anómala o peligrosa que no sabe cómo gestionar, operadores humanos del centro de control de Zoox pueden intervenir de forma remota para tomar el control.
Eso fue precisamente lo que ocurrió durante una reciente demostración en el CES 2025 de Las Vegas. El vehículo circuló entre el denso tráfico que rodeaba el estadio de los Raiders, pero al llegar a una estrecha zona de obras, se detuvo. Un conductor de seguridad remoto tomó el control, sacó el coche marcha atrás y lo volvió a poner en modo autónomo.
Este tipo de plan B no es nuevo, pero el enfoque de Zoox hacia la movilidad claramente no se basa en simplemente copiar lo que ya existe. Tampoco se limita a una sola dirección de desplazamiento ni está restringido por la configuración habitual del hardware de un automóvil, lo que lo sitúa en una posición muy diferente a la del programa piloto exclusivo por invitación de Tesla en Austin o al despliegue a mayor escala de Waymo en varias ciudades.
Sin embargo, Zoox no es la única opción disponible. Waymo, propiedad de Alphabet, la empresa matriz de Google, ya opera en San Francisco, Los Ángeles, Austin y Atlanta.
Ahora se prepara para expandirse a Miami y Washington D.C., y ya ha comenzado las pruebas en la ciudad de Nueva York. La semana pasada, Waymo confirmó que permitirá que sus vehículos circulen por autopistas, lo que indica una expansión más ambiciosa fuera de los centros urbanos.
Tesla, por su parte, aún se encuentra en fase de pruebas limitada. Su servicio solo está disponible por invitación y opera principalmente en Austin, aunque recientemente se ha expandido a algunas zonas de Arizona, con planes de seguir creciendo.
En otro frente, Uber está intentando construir su propia red de robotaxis asociándose con Lucid Motors y Nuro, una empresa de tecnología de conducción autónoma. En julio, Uber dijo que planea desplegar más de 20.000 SUV Lucid Gravity equipados con el software autónomo de nivel 4 de Nuro en su plataforma.
Estos vehículos funcionarían con la red y los sistemas de gestión existentes de Uber, y los primeros despliegues están previstos para los próximos seis años.
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