Anthropic, respaldado por Amazon, está tomando un camino que parece mucho más estable que el camino de audiencia masiva que impulsa OpenAI.
Ambas empresas desarrollan sistemas avanzados de IA que se utilizan en chatbots, herramientas de programación y generadores de imágenes, pero sus estrategias para generar ingresos reales y estables difieren. Anthropic se centra en clientes empresariales que utilizan la IA para tareas que ahorran tiempo y reducen costes, mientras que OpenAI se centra en usuarios habituales que sustituyen las búsquedas por conversaciones de chatbots.
Naturalmente, esta diferencia ha producido dos resultados comerciales muy diferentes.
OpenAI goza de una visibilidad masiva gracias a ChatGPT, que, según afirma, atrae a más de 800 millones de usuarios semanales. Esto ha impulsado a OpenAI a alcanzar una tasa de ingresos anuales de 13 000 millones de dólares.
Pero la propia compañía afirma que solo alrededor del 30% proviene de empresas. El resto son suscripciones de consumidores a través de un plan Plus de $20 al mes y un plan Pro de $200 al mes, junto con un plan gratuito más lento, una estrategia que depende de la continuidad de la gran escala y es extremadamente costosa de mantener.
Anthropic informó que aproximadamente el 80% de sus ingresos proviene de clientes corporativos. Recientemente dijo que tenía alrededor de 300.000 clientes comerciales.
Estos clientes utilizan los modelos Claude de Anthropic para tareas como escribir código, revisar el lenguaje legal y acelerar los flujos de trabajo de facturación. Estas funciones laborales afectan directamente los presupuestos y el tiempo, lo que facilita a las empresas justificar su pago.
Una encuesta realizada en julio por Menlo Ventures, empresa que ha invertido en Anthropic, reveló que la compañía tenía una participación de mercado del 42 % en aplicaciones de codificación, frente al 21 % de OpenAI. En cuanto al uso general de la IA empresarial, Menlo estimó que Anthropic tenía una participación del 32 % frente al 25 % de OpenAI. Anthropic también se acerca a OpenAI en términos de ingresos, a pesar de tener muchos menos usuarios activos.
La compañía ya tiene una tasa de crecimiento anual de $7 mil millones y espera alcanzar los $9 mil millones para finales de año. Esto significa que sus ingresos por usuario son mucho mayores, ya que estos usuarios son empresas, no usuarios ocasionales de chatbots.
Ambas empresas dependen de importantes patrocinadores tecnológicos para la computación y la infraestructura. OpenAI colabora estrechamente con Microsoft, que integra sus modelos en productos de Office y software empresarial.
Anthropic recibe apoyo de Amazon y Google, lo que le da acceso a recursos informáticos a gran escala y canales de clientes corporativos.
La demanda corporativa de Anthropic es evidente. En septiembre, Microsoft anunció la incorporación de Claude a su suite de software Copilot, lo que ocurrió a pesar de que Microsoft ya tenía una estrecha relación con OpenAI, lo que demuestra que los usuarios empresariales solicitaban específicamente Claude y su rendimiento en entornos laborales.
El enfoque de OpenAI, centrado en el consumidor, no ha consolidado un modelo de negocio totalmente fiable. Es poco probable que las suscripciones por sí solas cubran el altísimo coste de la capacitación y la operación de modelos avanzados.
La fuente de ingresos adicional más obvia sería la publicidad, pero los anuncios en las respuestas de los chatbots plantean grandes problemas. A diferencia de los anuncios de búsqueda, las conversaciones de los chatbots no tienen una ubicación natural para las sugerencias pagadas.
Es poco probable que los usuarios acepten mensajes de marca en las respuestas de chat personales. OpenAI también tendría que competir con Google, cuya infraestructura publicitaria está mucho más consolidada.
OpenAI también busca expandirse entre las empresas, pero existe la preocupación de si su marca, orientada al consumidor, se alinea con las necesidades de los clientes corporativos. Recientemente, OpenAI anunció que permitiría a los adultos mantener conversaciones eróticas con ChatGPT.
La empresa también ha impulsado un enfoque regulatorio más flexible. Aunque OpenAI ofrece controles más estrictos en entornos corporativos, su reputación podría generar dudas entre las empresas que buscan herramientas consistentes y predecibles.
Las comparaciones de rendimiento también muestran que el competitivo sector de la IA está cambiando. Vals AI, empresa que evalúa modelos de lenguaje en tareas empresariales de finanzas, derecho y programación, situó la versión más reciente de Claude en el primer puesto de su índice de referencia.
Rayan Krishnan, cofundador de Vals, afirmó: “Anthropic está muy centrado en estos casos de uso empresariales de agentes y actualmente está jugando un juego muy competitivo con OpenAI”.
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