El EUR/USD retrocedió el martes después del último informe de inflación en Alemania, que aumentó la probabilidad de otro recorte de tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Al momento de escribir, el EUR/USD cotiza a 1.1021, prácticamente sin cambios, al comenzar la sesión asiática del miércoles.
Wall Street terminó la sesión con ganancias decentes, mientras que el Dólar está casi plano. Los datos durante la sesión europea mostraron que la inflación alemana cayó a su nivel más bajo en más de tres años, ya que el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IAPC) alcanzó el 2%, el objetivo del BCE.
El jueves, se espera que el BCE reduzca las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual, aunque según los analistas de BBH, el banco central enfatizaría que "mantendrá la política suficientemente restrictiva durante el tiempo que sea necesario."
Además, se espera que el BCE actualice sus proyecciones económicas, que incluyen una revisión a la baja del crecimiento económico y la inflación. Los operadores del mercado monetario continúan valorando recortes de 50 a 75 puntos básicos hacia finales de año.
De cara a la semana, se espera que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EE.UU. de agosto caiga hacia el objetivo del 2% de la Fed. Un informe del IPC más bajo de lo esperado podría aumentar las probabilidades de que la Reserva Federal alivie las tasas en 50 puntos básicos, aunque la mayoría de los analistas esperan que la Fed ajuste la política gradualmente.
La herramienta CME FedWatch muestra que las probabilidades de un recorte de tasas de 25 puntos básicos son del 70%, mientras que para un recorte de 50 puntos básicos, son del 30%.
Desde un punto de vista técnico, el EUR/USD sigue siendo neutral con un sesgo alcista. Sin embargo, una ruptura decisiva por debajo del mínimo del 3 de septiembre de 1.1026 podría abrir la puerta a más caídas. Se expondrán niveles de soporte clave, como la marca de 1.1000, seguida por la media móvil de 50 días (DMA) en 1.0958. Una ruptura de este nivel podría llevar a una prueba de la confluencia de las DMAs de 100 y 200 días alrededor de 1.0867/58, antes de apuntar al mínimo del 1 de agosto en 1.0777.
Para una reanudación alcista, los compradores necesitarían elevar el par por encima del máximo del 9 de septiembre en 1.1091.
El Euro es la moneda de los 20 países de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro. Es la segunda divisa más negociada del mundo, por detrás del Dólar estadounidense. En 2022, representó el 31% de todas las transacciones de cambio de divisas, con un volumen medio diario de más de 2.2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un 30% estimado de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4%), el EUR/GBP (3%) y el EUR/AUD (2%).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija las tasas de interés y gestiona la política monetaria El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal instrumento es subir o bajar las tasas de interés. Unos tipos de interés relativamente altos -o la expectativa de unos tipos más altos- suelen beneficiar al Euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA), son un dato econométrico importante para el euro. Si la inflación aumenta más de lo previsto, especialmente si supera el objetivo del 2% fijado por el BCE, éste se ve obligado a subir las tasas de interés para volver a controlarla. Unos tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al Euro, ya que hace que la región resulte más atractiva como lugar para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Las publicaciones de datos miden la salud de la economía y pueden influir en el Euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es bien para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al BCE a subir los tipos de interés, lo que reforzará directamente al Euro. Por el contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la eurozona.
Otra publicación importante para el euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado. Si un país produce productos de exportación muy solicitados, su divisa se revalorizará debido a la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una divisa y viceversa para una balanza negativa.