El par USD/SEK cotiza actualmente con leves ganancias para comenzar la semana. A pesar del optimismo de la Reserva Federal (Fed), que prevé un fuerte crecimiento en el segundo trimestre, existe la preocupación de que unos datos más débiles puedan afectar negativamente al Dólar, lo que podría desencadenar otro ajuste de las apuestas del mercado sobre el ciclo de flexibilización. Por el lado de la corona sueca, la debilidad de los PMIs parece ejercer presión a la baja.
En cuanto a los datos, los PMI suecos de servicios y compuesto de abril decepcionaron, con un registro de servicios de 48.1, frente al 53.8 previsto, y una cifra revisada de 54.1. Este descenso contribuyó a una caída del PMI compuesto de 48.1, frente al 54.1 previsto. Este descenso contribuyó a un PMI compuesto de 49.0, por debajo del 53.0 revisado, y marcó el nivel más bajo desde noviembre. Por el momento, los mercados prevén sólo un 60% de posibilidades de un recorte este miércoles por parte del Riksbank, aunque el recorte está totalmente previsto para el 27 de junio.
Por el lado del dólar, tras el débil informe de empleo publicado el viernes, la probabilidad de un recorte de tipos en julio ha subido hasta el 40% desde el 25% anterior, y la probabilidad de un recorte de tipos en septiembre está cerca de ser descontada, tras situarse en torno al 55%. La dinámica del Dólar dependerá de los datos que se conozcan, ya que Jerome Powell ha declarado que el banco sigue dependiendo de los datos. Sin acontecimientos destacados esta semana, el ritmo del par lo marcará probablemente el tono del Riksbank y la respuesta del mercado al mismo.
En el gráfico diario, el RSI del par USD/SEK revela una transición hacia una tendencia negativa cayendo hacia 50. Complementando los efectos del RSI, el histograma de la divergencia de convergencia de medias móviles (MACD) es alcista, aunque con barras rojas. Esto pone de manifiesto un creciente impulso negativo en el mercado y un cambio de impulso que podría empezar a favorecer a los vendedores.