El USD/MXN subió en las primeras horas de la mañana europea a un máximo de 11 días en 18.49, pero tras los débiles datos de empleo de EE.UU. cedió terreno, cayendo a un mínimo diario de 18.37. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.41, perdiendo un 0.07% en el día.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) mantiene pérdidas cercanas al 0.10% en el día tras confirmarse que Estados Unidos sigue perdiendo empleo privado. El informe de ADP mostró que se perdieron una media de 2.500 empleos por semana en las cuatro semanas que van hasta el 1 de noviembre. Este dato sigue al descenso de 11.250 empleos de media del dato publicado la pasada semana.
Los operadores fijan ahora su foco en los datos de Nóminas no Agrícolas de septiembre que se publicarán el jueves, esperándose que se crearan 50.000 empleos ese mes tras los 22.000 generados en agosto, aunque existen muchas dudas sobre esta previsión del mercado.
Tras el festivo de ayer por el Día de la Revolución, México abre este martes sus mercados. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha publicado su Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera para el mes de septiembre, mostrando que creció un 0.2% a tasa mensual. Por el lado negativo, el indicador cayó un 2.0% a tasa anual.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días apunta a la baja a corto y largo plazo, mientras que en el gráfico de 4 horas se sitúa por encima de 55.0, pero apuntando en dirección sur, lo que podría señalar mayores caídas en las próximas horas.
El próximo soporte a considerar para el USD/MXN está en 18.34, media móvil de 100 días en gráfico de una hora. Por debajo, la zona de 18.24, suelo del 1 de octubre, podría contener mayores caídas. En caso de quebrar esta región, el par buscará quebrar la zona de 18.19, suelo del 2025 registrado en septiembre.
Al alza, la resistencia inicial espera en 18.56, media móvil de 100 días en el gráfico diario. Por encima de esta región esperaría el máximo de noviembre en 18.77 y el techo de septiembre en 18.86.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.