El USD/MXN subió en la mañana europea del lunes a un máximo diario de 18.44, pero en la sesión americana ha sufrido una corrección, cayendo a un mínimo del día en 18.36 tras conocerse que la presidenta mexicana mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense durante el fin de semana. El par cotiza al momento de escribir sobre 18.39, perdiendo un 0.30% diario.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) se está debilitando frente a sus principales contrapartes, moviéndose hoy por debajo de 99.00, perdiendo un leve 0.05% en el día.
El Dólar se ha debilitado, en primer lugar, por el incremento en las apuestas de recortes de tasas de interés de la Fed, que este miércoles dará a conocer su decisión de política monetaria. Tras el dato de inflación publicado el pasado viernes, que mostró que los precios subieron menos de lo esperado en septiembre, el consenso general apunta a una rebaja de tipos de 25 puntos básicos en octubre y otra de igual tamaño en diciembre. La herramienta FedWatch de CME Group fija en el 97.8% las probabilidades de un recorte esta semana, mientras que para diciembre las fija en un 93%.
La segunda causa del estancamiento del Dólar durante el lunes es el optimismo generado en el mercado por el posible acuerdo entre EE.UU. y China, que ha generado una ola de apetito de riesgo que impulsa la cotización de sus rivales. Antes del encuentro del jueves entre Donald Trump y Xi Jinping, que se llevará a cabo en Corea del Sur, se ha conocido que las conversaciones entre funcionarios chinos y estadounidenses finalizaron la semana pasada con un principio de acuerdo que establecería una moderación de las limitaciones de acceso de China a sus tierras raras y una retirada de la amenaza de aranceles del 100% de EE.UU.
El Peso mexicano ha ganado impulso tras conocerse que Claudia Sheinbaum mantuvo una conversación telefónica con Donald Trump el pasado sábado. En una comparecencia ante la prensa, la presidenta mexicana ha revelado que habló con el presidente de Estados Unidos sobre las 54 barreras no arancelarias que están pendientes de resolución, y cuya fecha límite expira el 1 de noviembre.
Sheinbaum aseguró que ambos países acordaron hablar en una o dos semanas más, apuntando que existe un entendimiento. La mandataria también señaló que la conversación fue muy breve y se trataron solo temas comerciales, sin tocar otros relevantes como el asunto migratorio y la seguridad.
Por otra parte, México ha publicado hoy que sus exportaciones aumentaron un 13.8% anual en septiembre mientras que las importaciones subieron un 15.2%, dejando un déficit comercial de 2.400 millones de dólares que empeora el déficit previo de agosto, situado en 1.944 millones de dólares.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se mantiene por debajo de 50 en gráficos de 1 hora, 4 horas y diario, apuntando la posibilidad de nuevas pérdidas en las próximas horas.
A la baja, el primer soporte aparece en 18.30, suelo del 9 de octubre. Un quiebre de este nivel necesitaría romper por debajo del mínimo de este mes en 18.24 para poder deslizarse en dirección al mínimo del año alcanzado en septiembre en 18.19.
En dirección norte, el USD/MXN tendría que recuperar la zona de 18.55 perdida el pasado 17 de octubre para intentar avanzar hacia la resistencia situada en 18.63, donde confluye la media móvil de 100 períodos en gráfico diario y el máximo de octubre. Por encima, la barrera principal está en 18.86, nivel más alto de septiembre y de la segunda quincena de agosto.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.