El USD/MXN ha abierto la semana con una caída a 18.38, su nivel más bajo desde finales de julio de 2024. Las apuestas por un inminente recorte de tasas de la Reserva Federal de EE.UU. este miércoles pesan sobre el Dólar, que pierde terreno frente al Peso mexicano por séptima jornada consecutiva. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.38, perdiendo un 0.25% en el día.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) ha caído este lunes a 97.30, mínimo de seis días, empujado por las crecientes expectativas de rebaja de las tasas de interés por parte de la Fed en la reunión de este miércoles.
Según la herramienta FedWatch de CME Group, hay un 96.4% de probabilidades de que la Fed recorte las tasas el miércoles en 25 puntos básicos (pb) hasta el 4.25%. Además, se incrementan las posibilidades de una nueva rebaja en la reunión de octubre, subiendo hasta el 81% la expectativa de otro recorte de 25 pb que sitúe los intereses en el 4.00%. Finalmente, la previsión para la última reunión del año, que se celebrará el 10 de diciembre, estima en un 74% la probabilidad de un recorte al 3.75%.
Ante este panorama, el Dólar cede terreno en todos los frentes, cayendo frente al Peso mexicano a su nivel más bajo en trece meses y medio.
El USD/MXN mantiene una fuerte tendencia bajista a corto, medio y largo plazo después de descender de manera continuada desde el pasado 5 de septiembre. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días está por debajo de 30 en los gráficos y una y cuatro horas, mostrándose muy sobrevendido, por lo que esperamos un breve repunte en las próximas horas.
En caso de seguir descendiendo, el soporte principal espera en la zona psicológica de 18.00. Un quiebre por debajo de este nivel, podría provocar un descenso hacia 17.60, mínimo de julio de 2024.
Al alza, la resistencia inicial está en la región de 18.54 y 18.64, donde se encuentran las medias móviles de 100 períodos en gráficos de una y cuatro horas, respectivamente. Por encima, sería necesaria una ruptura por encima del máximo de septiembre en 18.86 para romper la tendencia bajista actual.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.