El Dólar estadounidense es uno de los peores desempeños del martes, golpeado por una menor demanda de activos seguros, tras el alto el fuego entre Israel e Irán y mayores esperanzas de un mayor alivio por parte de la Fed en los próximos meses.
El DXY, que mide el valor del Dólar estadounidense frente a las seis divisas más negociadas del mundo, ha cedido la mayor parte de las ganancias de las últimas dos semanas con una reversión de casi un 1.4% desde los máximos del lunes. La acción del precio se acerca al mínimo de tres años, en 97.13, con los intentos de alza limitados por debajo de 97.80 hasta ahora.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, aumentó el apetito de los inversores por el riesgo a última hora del lunes con el anuncio de un alto el fuego en Oriente Medio, lo que hizo que el Dólar estadounidense y otros refugios seguros cayeran.
Teherán ha negado las acusaciones de Israel sobre una violación del alto el fuego. Tel Aviv ha prometido una fuerte respuesta a cualquier ataque, pero, hasta ahora, el sentimiento del mercado sigue siendo positivo, con las acciones europeas en verde y los precios del petróleo más de 10$ por debajo de los máximos del lunes. En este contexto, es probable que el Dólar estadounidense esté en una posición desfavorable.
Si esto no fuera suficiente, los recientes comentarios moderados de los funcionarios de la Fed han aumentado las esperanzas de un recorte de tasas en julio o, lo más probable, en septiembre, y han incrementado la presión sobre el USD.
El lunes, la vicepresidenta de supervisión de la Fed, Michelle Bowman, se unió a su colega Christopher Waller en su llamado a un recorte de tasas en julio. El impacto inflacionario de los aranceles probablemente será mayor de lo esperado, dijo Bowman, y esto permitiría al banco actuar para apoyar un mercado laboral en deterioro.
En este contexto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, testificará ante el Congreso más tarde hoy para explicar los planes del banco para navegar en un panorama complejo de crecimiento más suave y mayores presiones de precios. Los inversores estarán buscando señales moderadas para confirmar un próximo recorte de tasas.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.
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