La oficina anticorrupción de Argentina ha despejado a President Javier Milei de cualquier irregularidad relacionado con su promoción pública del token criptográfico de Libra, según Bloomberg.
Según los informes, la agencia dijo registrado que Javier no violó ninguna ley cuando publicó sobre Libra en X en febrero, y agregó que la publicación se realizó de manera personal, no involucró recursos federales y no violó ningún código de ética pública. Ese fallo finaliza oficialmente la investigación interna del gobierno, aunque un caso de la corte federal aún está en curso y aún no se ha cerrado.
El escándalo comenzó cuando Javier compartió un mensaje sobre Libra solo unas horas después de conocer a los fundadores del token. Su publicación aumentó la visibilidad del token al instante.
Ese mismo día, se arrojó el precio de Libra y las billeteras que contienen grandes cantidades de la moneda fueron arrojadas. El repentino accidente provocó pérdidas masivas para los inversores minoristas.
Muchos acusaron al gobierno de respaldar una estafa de bomba y caída, señalando directamente a Javier y su círculo íntimo. Pero Javier se defendió en ese momento, diciendo: "No estaba tratando de vender nada. Solo quería promover un proyecto que ayude a las empresas argentinas".
Las consecuencias de Libra obligaron al gobierno argentino a formar rápidamente un grupo de trabajo especial, llamado la Fuerza de Tarea de Investigación (UTI), para revisar el drama criptográfico.
La unidad fue creada por el Decreto President, con firmas de Javier y el Ministro de Justicia Mariano Cúino Libarona. Su trabajo era investigar si había alguna irregularidad en cómo se promovió Libra, que se benefició de él y si alguna ley se rompió.
La infección urinaria también tenía el poder de solicitar documentos de organismos públicos e internacionales, responder a las demandas judiciales e informar cualquier intento de encubrir evidencia.
Pero tres meses después de su creación, la infección urinaria fue desmantelada. Un decreto formal, firmado nuevamente por Javier y Mariano, declaró que la unidad "ha cumplido las funciones asignadas a ella", sin una explicación más detallada.
Ese movimiento cerró la investigación interna de la rama ejecutiva. La infección urinaria nunca lanzó públicamente ningún hallazgo antes de que se cerrara. La decisión se produjo después de que explotó la ira pública, especialmente de los inversores criptográficos que creían que el token tenía el respaldo del gobierno. Algunos habían asumido que Libra era el nuevo proyecto de cripto oficial de Argentina. En cambio, quedaron sosteniendo bolsas de una ficha sin valor.
Los informes más tarde revelaron que solo unas pocas billeteras controlaban la mayor parte del suministro de Libra. Esas billeteras se vaciaron poco después del poste de Javier, provocando el choque y bloqueando los argentinos cotidianos en pérdidas.
Los inversores minoristas inundaron a los reguladores locales con quejas. Exigieron respuestas sobre si alguien en el gobierno tenía conocimiento anticipado y ganaba dinero mientras el público estaba destrozado.
La controversia de Libra también llegó al Congreso de Argentina. En abril, los legisladores formaron un Comité de Investigación Especial de 28 miembros para analizar el caso más, pero no han comenzado ningún procedimiento formal.
A pesar de ser convocado para aparecer el 14 de mayo, ni Mariano Cúeo Libarona ni el ministro de economía Luis Caputo aparecieron. Su ausencia ha provocado críticas de los políticos de la oposición y algunos inversores que dicen que el gobierno está esquivando la responsabilidad.
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