El USD/JPY extendió su tendencia alcista durante dos días consecutivos, con el par de divisas principal alcanzando un nuevo máximo semanal de 145.09, impulsado por sólidos datos económicos de EE.UU. el viernes. Un fuerte informe de Nóminas no Agrícolas en EE.UU., el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. y un ligero cambio positivo en el sentimiento hacia los activos estadounidenses impulsaron al Dólar. Al momento de escribir, el par cotiza en 144.83, con un aumento del 0.87%.
El par se ha consolidado dentro del área de 142.00-145.00 durante los últimos cinco días y, al momento de escribir, está amenazando con romper por encima de la Nube de Ichimoku (Kumo), lo que podría abrir la puerta a un mayor ascenso. Sin embargo, la falta de un catalizador hasta ahora ha mantenido al par USD/JPY contenido.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se volvió alcista después de saltar bruscamente por encima de su línea neutral de 50. Por lo tanto, los alcistas parecen estar acumulando algo de impulso.
Dado el trasfondo, el camino de menor resistencia está inclinado al alza. La primera resistencia para el USD/JPY sería la cifra de 145.00. Una ruptura de esta última expondrá el Senkou Span B en 145.38. Con más fuerza, los operadores podrían desafiar 146.00 y el máximo del 29 de mayo en 146.28. Una ruptura decisiva convertiría al par en alcista, despejando el camino para probar 150.00.
Por otro lado, el fracaso del USD/JPY para mantenerse por encima de la parte inferior del Kumo cerca de 144.25/50 podría agravar una caída a 144.00 y por debajo. En ese caso, el siguiente nivel clave de soporte, antes de caer bruscamente a 139.88, sería el mínimo del 3 de junio de 142.37.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.