Los fabricantes de automóviles eléctricos chinos están entrando a Tailandia con descuentos agresivos, exportando al sudeste asiático una estrategia de reducción de precios perfeccionada en su mercado local altamente competitivo.
nuevo mercado de crecimiento vital para los fabricantes de automóviles, que se dirigen a cash que intentan mejorar sus vehículos y a las empresas que pueden colocar más automóviles en las carreteras congestionadas.
Los acuerdos son importantes, ya que cada fabricante busca atraer clientes. BYD rebajó el precio de su sedán eléctrico Seal hasta en un 38 % en octubre. Se comprometió a ofrecer cobertura si los precios de ciertos modelos volvían a bajar este año.
SAIC Motor también siguió la tendencia, reduciendo el precio de su hatchback eléctrico MG4 en aproximadamente un 27 %. El Jaecoo J5 de Chery Automobile ha recibido casi 20 000 pedidos, a pesar de una espera de entrega de dos meses debido a su precio promocional.
Los concesionarios han informado de un aumento en el tráfico de clientes. "Nunca he estado tan ocupado", dijo Thawee Chongkavanit, quien opera un de BYD en Bangkok.
El efecto de ventas es una estrategia rentable. Tanto en octubre como en noviembre, las entregas de vehículos eléctricos aumentaron más de un 20%, lo que contribuyó al abandono gradual de las marcas japonesas, que han dominado durante mucho tiempo el mercado automovilístico tailandés.
Las rebajas de precios han estimulado la demanda, pero también están revelando tensiones subyacentes en el mercado. Las empresas automotrices están recortando drásticamente los precios para liquidar inventarios y alcanzar los objetivos de producción asociados a los incentivos gubernamentales, pero ese aumento a corto plazo conlleva riesgos a largo plazo.
Muchos compradores están posponiendo sus compras, esperando que lleguen los descuentos. Krisda Utamote, asesora principal de la Asociación de Vehículos Eléctricos de Tailandia, afirmó que las repetidas reducciones estaban perjudicando el mercado. Añadió que las bajadas de precios infundieron temor entre los compradores, sobre todo porque la producción superó la demanda y las normas más estrictas para los préstamos para automóviles complicaron la financiación.
Algunos concesionarios informan que los autos se venden al precio de costo, o incluso con pérdidas, para preservar el volumen de ventas, y que el servicio posventa no es una prioridad a largo plazo, ya que los fabricantes se centran en cumplir los objetivos. Los consumidores están desahogando su frustración en línea, alegando que los autos pierden hasta una quinta parte de su valor al mes, o que el desembolso del préstamo para comprar un auto nuevo supera el costo.
Supreeya Watcharakorn, una funcionaria de marketing de 31 años de Bangkok, dijo que estaba considerando cambiar a un vehículo eléctrico, pero tenía dudas, ya que los precios podrían bajar aún más, por lo que estaba esperando.
Los principales impulsores del auge fueron los enormes subsidios a los vehículos eléctricos de Tailandia, establecidos en 2022, con el objetivo de promover la producción y la adopción local de vehículos eléctricos. Los incentivos pueden ascender hasta 150.000 baths por vehículo, si los fabricantes de automóviles producen al menos tres coches localmente por cada dos adquiridos en el extranjero.
Un programa independiente, vigente hasta 2027, ofrece reembolsos de hasta 100.000 baths para vehículos eléctricos con un precio inferior a 2 millones de baths y equipados con baterías de mayor capacidad. Las empresas que no alcancen sus objetivos de producción deberán reembolsar los subsidios, lo que genera una gran presión para acelerar la producción lo antes posible. China impulsará la expansión.
La planta tailandesa de BYD tiene capacidad para producir hasta 150.000 vehículos al año, Changan podría producir hasta 100.000 y Chery, unos 80.000. Se prevé que los fabricantes de vehículos eléctricos fabriquen en conjunto unos 30.000 vehículos localmente en los últimos meses del año. Su rápido crecimiento ha ayudado a las marcas chinas a ganar cuota de mercado. Mientras tanto, los fabricantes japoneses, como Toyota y Honda, se quedan atrás en el mercado, produciendo pocos modelos totalmente eléctricos y perdiendo subsidios cruciales.
A diferencia de China, donde las autoridades han combatido los descuentos agresivos, los reguladores tailandeses han permitido que la tendencia continúe. Y es poco probable que la presión disminuya, ya que las cuotas de producción aumentan y los subsidios disminuyen anualmente. Los analistas afirman que, una vez alcanzados sus objetivos, los precios pueden estabilizarse; sin embargo, la competencia puede ser feroz y existe el riesgo de que los precios aún más bajos se prolonguen.
La industria de vehículos eléctricos en Tailandia está en pleno auge, impulsada por la ambición de los fabricantes chinos, políticas estatales favorables y reducciones de precios. Medir su sostenibilidad será la prueba más importante para la industria en los próximos meses.
Obtén hasta $30,050 en recompensas comerciales cuando te unas a Bybit hoy