El primer ministro húngaro, Viktor Orban, llegó el viernes a Moscú para reunirse con eldent Vladimir Putin en el Kremlin, con el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre las instalaciones de petróleo y gas rusas bloqueadas por las sanciones.
La reunión a puertas cerradas se centró en cómo Hungría podría hacerse cargo de las refinerías en toda Europa del Este que se vieron obligadas a detener sus operaciones después de que Estados Unidos y sus aliados las sancionaran debido a su propiedad rusa.
Según Interfax, el viceprimer ministro Alexander Novak dijo que la discusión sobre la posible compra por parte de Hungría de estos activos vinculados a Rusia debía mantenerse en privado por ahora.
“Mantenemos una amplia cooperación en el sector energético, lo cual es muy positivo”, declaró Putin a Orban al inicio de la reunión. “Y existen cuestiones y problemas que requieren nuestra discusión”.
El viaje de Viktor se produjo justo un día después de reunirse con eldent serbio, Aleksandar Vucic, en Belgrado. Durante la visita, Viktor afirmó que Hungría estaría "encantada" de comprar una parte de NIS, la única refinería de Serbia, propiedad de Gazprom.
Esa refinería fue cerrada tras las sanciones estadounidenses impuestas por sus vínculos con Rusia, lo que dejó a Serbia con dificultades para conseguir combustible. Hungría, por su parte, evitó dichas restricciones después de que Viktor se reuniera con Donald Trump el 7 de noviembre. Trump concedió a Hungría una exención de las sanciones, dándole margen de maniobra.
Ahora Viktor se esfuerza por apoderarse de la infraestructura energética que otros se ven obligados a abandonar. Entre sus activos en la mira se encuentran las refinerías de Lukoil PJSC en Bulgaria y Rumanía, y NIS en Serbia. Con su exención en mano, Orban avanza con rapidez.
Al mismo tiempo, Washington impulsa un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, que lleva casi cuatro años en guerra. El plan estadounidense, de 28 puntos, se elaboró con la participación de Rusia.
Está previsto que el enviado especial Steve Witkoff aterrice en Moscú la próxima semana para mantener conversaciones.
Las llamadas misiones de paz de Orbán no han sido bien recibidas en Bruselas. El canciller alemán, Friedrich Merz, declaró el viernes: «Viaja sin mandato europeo y sin consultarnos. Pero eso no es nada nuevo».
El gobierno de Orbán ha estado intentando posicionar a Hungría como territorio neutral para las conversaciones de paz. Tras la reunión en el Kremlin, el ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, declaró que Viktor se había ofrecido nuevamente a acoger las futuras negociaciones en Budapest.
El Kremlin no dijo que sí, pero sí accedió a mantener el flujo energético. Putin prometió que Rusia seguiría suministrando a Hungría , y que seguiría adelante con la ampliación de la central nuclear de Paks, la única de Hungría, que se construye con apoyo ruso.
El ministro del gabinete, Gergely Gulyas, agregó que MOL Nyrt, la compañía energética de Hungría, está negociando actualmente con Serbia sobre la compra de la participación de Gazprom en NIS y la reanudación de la producción de combustible.
Un posible resultado de la visita de Viktor podría ser "la aprobación deldentruso para que la compañía energética húngara MOL adquiera una participación mayoritaria en la compañía energética serbia NIS", dijo Daniel Hegedus, director para Europa Central del German Marshall Fund.
Vucic no ha tenido tanta suerte. Eldent serbio sigue intentando obtener una exención de sanciones de Estados Unidos, pero no la ha conseguido. Se muestra cauteloso a la hora de confiscar el NIS porque no quiere dañar sus vínculos con Putin. «Es un acto de equilibrio en política exterior», ha admitido Vucic.
Mientras tanto, Bulgaria tomó el control de la refinería Neftohim de Lukoil y sus 220 gasolineras a principios de este mes para mantener su suministro de combustible. Rumanía, que alberga otra planta de Lukoil y más de 300 gasolineras, está elaborando leyes para hacer lo mismo si es necesario.
En Serbia, Rusia también está negociando con empresas de los Emiratos Árabes Unidos la venta de la participación de Gazprom en NIS.
Y para la refinería búlgara Lukoil, un consorcio formado por SOCAR (la empresa energética estatal de Azerbaiyán) y Cengiz Holding (una empresa privada turca) había sido el comprador predilecto, hasta que las sanciones estadounidenses congelaron esos planes. MOL también presentó una oferta.
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