Eldent Donald J. Trump firmó el lunes una orden ejecutiva destinada a impulsar el desarrollo y la regulación de la inteligencia artificial, la tecnología que muchos expertos creen que dará forma al futuro.
En la Casa Blanca, Trump firmó la orden para iniciar el programa, cuyo objetivo es impulsar la innovación en IA y construir una plataforma para aprovechar los datos gubernamentales. La IA será una defi del nuevo siglo, y Estados Unidos debe estar a la vanguardia.
La orden instruye a las agencias federales a consolidar sus datos científicos, compartir esa capacidad informática y trabajar de una manera sin precedentes. Los funcionarios declararon que la Misión Génesis serviría como motor nacional de IA, generando avances en energía, salud, materiales y manufactura avanzada.
En el centro del esfuerzo están los laboratorios nacionales del Departamento de Energía, que albergan las supercomputadoras más poderosas y ahora servirán como la columna vertebral del desarrollo de la IA federal.
Los sistemas se alimentarán con vastos conjuntos de datos gubernamentales proporcionados por las propias agencias. Nuevos y mejorados modelos de IA probarán estas nuevas ideas, realizarán experimentos y ayudarán a los científicos a encontrar soluciones con mayor rapidez que los métodos de investigación tradicionales.
Este proceso coordinado reducirá los plazos de descubrimiento de años a meses, según las autoridades. Creen que podría acelerar el progreso en todo tipo de campos, desde baterías avanzadas hasta nuevos tratamientos médicos.
Para impulsar la capacidad informática, la administración Trump se está asociando con importantes empresas del sector privado, como Nvidia, Dell Technologies, Hewlett-Packard Enterprise y AMD. Se espera que estas empresas proporcionen el hardware, el software y la experiencia necesarios para ampliar las capacidades de las supercomputadoras de estos laboratorios.
Un alto funcionario calificó las alianzas como "esenciales", afirmando que la IA está evolucionando rápidamente en el sector privado a un ritmo mucho mayor que en los sistemas gubernamentales. Genesis Mission trabaja para superar esa brecha.
Michael Kratsios, director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, afirmó que con herramientas de IA más potentes, el gobierno podría realizar investigaciones científicas de forma más eficiente, precisa y productiva. Señaló que los trabajadores estadounidenses desempeñarán un papel crucial en la construcción de ese futuro, pero enfatizó que el gobierno necesita fortalecer y mejorar los programas que les ayuden a adaptarse a los rápidos avances. Añadió que, en su opinión, Estados Unidos se encuentra en el umbral de una nueva revolución científica impulsada por la IA.
El crecimiento de la IA viene acompañado de un problema importante: su considerable consumo energético. Los centros de datos consumen cantidades ingentes de energía, lo que genera preocupación por la posibilidad de que la rápida expansión de la IA pueda sobrecargar aún más la red eléctrica de Estados Unidos.
El secretario de Energía, Chris Wright, aconsejó a la población que se relajara ante estas preocupaciones. Añadió que la Misión Génesis adoptaría objetivos para aumentar la eficiencia de la red, ampliar el suministro energético y reducir los gastos domésticos.
La administración espera implementar IA para actualizar y fortalecer la red, optimizar los flujos de energía y reducir el desperdicio, afirmó Wright. Añadió que la misión servirá para estabilizar los precios de la electricidad a corto plazo y reducirlos con el tiempo.
La administración también presentó la iniciativa como parte de su esfuerzo más amplio para mitigar la inflación. Los funcionarios de Biden afirman que la aceleración de los avances científicos conducirá a una producción más económica, menores costos energéticos y menores costos en una gran variedad de sectores.
La Misión Génesis llega en un momento en que la administración Trump adopta una postura más estricta en la regulación de la IA. Eldent ha advertido repetidamente contra lo que ha descrito como "regulaciones fragmentadas" emitidas por estados individuales.
Otra orden ejecutiva en la que Trump está trabajando permitiría al Departamento de Justicia demandar a los estados donde sus normas de IA entren en conflicto con la política federal. La administración ha declarado que es necesario un marco nacional único para la innovación y la seguridad.
Trump también ha buscado facilitar el camino para que las empresas construyan centros de datos y accedan a hardware crucial. Órdenes anteriores han tenido como objetivo reducir los retrasos en la tramitación de permisos y abrir nuevas vías de colaboración internacional con los aliados de EE. UU.
Eldent ha presentado repetidamente la IA como un asunto de rivalidad geopolítica. Afirma que Estados Unidos no puede permitirse ceder una ventaja económica y militar a China y otros adversarios.
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