Microsoft está construyendo oficialmente una superinteligencia y ya no espera el permiso de nadie.
La compañía hizo el anuncio el jueves, diciendo que ha formado un nuevo grupo, el Equipo de Superinteligencia MAI bajo el mando de Mustafa Suleyman, quien ahora dirige la división de IA de Microsoft.
El objetivo no es solo igualar la inteligencia humana con la de las máquinas, sino superarla con creces. Según Bloomberg, la empresa ahora busca crear sistemas de IA capaces de superar a los humanos en todos los ámbitos, incluyendo la sanidad, las energías limpias y la ciencia de los materiales.
Mustafa afirmó en una entrada de blog que la IAG (inteligencia artificial general) se da cuando la IA puede hacer todo lo que un humano puede. Pero añadió que la superinteligencia va “mucho más allá de ese rendimiento”.
Afirmó que la nueva misión es construir lo que él denomina Superinteligencia Humanista, un sistema diseñado para servir directamente a las personas en lugar de perseguir hitos tecnológicos. Mencionó asistentes personales de IA, mejores resultados médicos y soluciones de energía sostenible como objetivos concretos. Anteriormente, la empresa no tenía permitido desarrollar Inteligencia Artificial General (IAG) debido a una restricción de su acuerdo original con OpenAI, pero dicha cláusula ya no existe.
Eltracactualizado entre Microsoft y OpenAI eliminó la restricción que había limitado a Microsoft a modelos menos potentes. El nuevo acuerdo también otorga a la empresa tecnológica una participación del 27% en la compañía sin ánimo de lucro de OpenAI, lo que le permite trabajar de formadenten inteligencia artificial general (IAG) y herramientas más avanzadas. Estos cambios se producen en un momento en que ambas empresas pasan de una colaboración plena a lo que parece ser más bien una rivalidad estratégica.
Mustafa, de 41 años, se unió a Microsoft en 2024 tras abandonar Inflection AI, una startup que cofundó. Microsoft adquirió la licencia de la propiedad intelectual de Inflection y lo contrató para contribuir a definir su futuro en el campo de la IA.
Desde entonces, Mustafa ha reorganizado los equipos internos, ha trasladado a personal clave de IA de Microsoft al nuevo grupo y ha contratado a personas de DeepMind de Google, empresa que él mismo ayudó a fundar.
En septiembre, Mustafa comunicó a los empleados que Microsoft planea invertir fuertemente en el desarrollo de sus sistemas de IA. Hasta el momento, estos modelos son aún más pequeños que los más avanzados de OpenAI o Google, pero el objetivo es alcanzarlos rápidamente. Afirmó que su cronograma se extiende hasta 2032, año en que expiran los derechos de Microsoft para usar los modelos de OpenAI.
Aunque Microsoft sigue dependiendo de OpenAI para su chatbot Copilot, también está desarrollando sus propios modelos de voz, imagen y texto. Esto significa que Microsoft está intentando reducir su dependencia de OpenAI, si bien ambas tecnologías siguen estando estrechamente vinculadas.
Sin embargo, algunos empleados de Microsoft supuestamente declararon a The Wall Street Journal que reemplazar la tecnología de OpenAI podría llevar años. La aplicación para consumidores Copilot, que utiliza modelos de OpenAI, sigue superando en descargas a la versión de Microsoft.
Mientras tanto, OpenAI está trabajando con los rivales de Microsoft, incluidos Amazon y Oracle, y construyendo sus propios centros de datos.
Según Sarah Friar, directora financiera de OpenAI, el producto empresarial de la compañía representa ahora el 40 % de sus ingresos, frente al 30 % de principios de año. Esta creciente independencia está convirtiendo a los antiguos aliados en competidores directos en más de un sentido.
Meta, OpenAI y otras empresas ya han formado equipos de superinteligencia, pero Mustafa afirma que su grupo se mantiene al margen de ciertas áreas. Un ejemplo: se niega a desarrollar IA que genere contenido erótico, lo que marca una clara diferencia entre su equipo y sus competidores.
Mustafa presenta la versión de superinteligencia de Microsoft como más centrada en las personas, pero la compañía no oculta el hecho de que quiere controlar el futuro de la IA, en sus propios términos.
Las herramientas de Microsoft 365 Copilot para empresas aún dependen de OpenAI, pero si el equipo de Mustafa cumple con lo prometido, esas dependencias podrían desaparecer. Sin embargo, no hay un cronograma definido. El esfuerzo de Microsoft apenas comienza, e incluso la compañía admite que reemplazar las funcionalidades de OpenAI no será un proceso rápido.
Las acciones de Microsoft cayeron un 1,4% el jueves por la noche, cotizando a 500,01 dólares en Nueva York. Pero, por ahora, la compañía apuesta a que la búsqueda de la superinteligencia justifica el riesgo.
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