El EUR/USD avanza durante la sesión norteamericana, subiendo un 0.42% en medio de la creciente especulación de que la Reserva Federal continuaría relajando la política, en medio de una escasa agenda económica en ambos lados del Atlántico. El par se negocia a 1.1757 después de rebotar desde mínimos diarios de 1.1706.
Los datos en EE.UU. fueron escasos, con los operadores digiriendo comentarios de funcionarios de la Reserva Federal, liderados por el gobernador Stephen Miran y la presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack. Ambos mantuvieron su postura dovish y hawkish, respectivamente, pero coincidieron en que la última publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre presentó algunas irregularidades debido al cierre del gobierno de EE.UU. de 43 días.
Mientras tanto, las expectativas de que la Fed recortará tasas el próximo año siguen siendo altas, con la primera reducción de 25 puntos básicos prevista para el 17 de junio,
Al otro lado del Atlántico, varios miembros del Banco Central Europeo (BCE), liderados por Isabel Schnabel, comentaron que "no dije que las tasas debían ser aumentadas".
En la semana que se avecina, la agenda en Europa incluirá cifras del Producto Interno Bruto (PIB) para Alemania y España. En EE.UU., el calendario estará ocupado, con la publicación del promedio de cambio de empleo de ADP de 4 semanas, seguido de cifras del PIB para el tercer trimestre, producción industrial y datos de confianza del consumidor.
La imagen técnica del EUR/USD sugiere que el par se ha consolidado alrededor de 1.1700-1.1750, con los compradores reacios a recuperar 1.1800, lo que habría abierto la puerta para desafiar el pico anual de 1.1918.
A pesar de esto, el impulso es alcista, como lo indica el Índice de Fuerza Relativa (RSI). Pero si la moneda única cae por debajo de 1.1700, se espera una caída inicialmente hacia la media móvil simple (SMA) de 20 días en 1.1679. Una vez superada, la siguiente parada sería la SMA de 100 días en 1.1656, y la SMA de 50 días en 1.1621.

El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo