El Euro cedió ganancias de los dos días de negociación anteriores el lunes, extendiendo su reversión desde el máximo del viernes por encima de 0.8660 hasta un nuevo mínimo de dos semanas en 0.8632, afectado por la rebaja de Fitch a las calificaciones soberanas de Francia.
La agencia de calificación anunció durante el fin de semana su decisión de reducir la clasificación de la deuda de Francia a A+, su nivel más bajo registrado, ya que la crisis política debilita la capacidad del país para implementar las medidas necesarias para evitar una mayor escalada de su creciente deuda.
Francia está lidiando con una situación política inestable, ya que el presidente Macron acaba de nombrar a Sebastien Lecornu, el tercer primer ministro de su mandato. Lecornu reemplaza a François Bayrou, quien fue destituido después de que el parlamento rechazara un plan para reducir el gasto.
El par, sin embargo, no está logrando capitalizar la tendencia bajista del Euro, enfrentando debilidades propias. La fuerte contracción en la producción manufacturera de julio llevó el PIB de julio a niveles de estancamiento.
El BoE se reunirá el jueves y se espera ampliamente que mantenga su tasa de Repo en el actual 4%, pero más evidencia de una desaceleración económica –los niveles de desempleo se publican el martes– probablemente aumentará las esperanzas de más recortes de tasas y podría incrementar la presión sobre la Libra Esterlina.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.