El ministro japonés de Economía, Yoshitaka Shindo, declaró el jueves que se espera que la economía japonesa continúe recuperándose moderadamente. Shindo declaró además que vigilará de cerca los riesgos relacionados con las fluctuaciones de los tipos de cambio que harían subir los precios internos.
"Se espera que la economía continúe una recuperación moderada".
"Necesitamos prestar mucha atención a los riesgos relacionados con las fluctuaciones de divisas que harían subir los precios internos".
"También necesitamos prestar mucha atención a los riesgos de desaceleración de la economía mundial, como las perspectivas de la economía china y los precios del petróleo debido a la inestabilidad en Oriente Medio".
"El Gobierno seguirá realizando esfuerzos integrales para garantizar que las sólidas subidas salariales se extiendan a las empresas medianas y pequeñas".
El yen japonés (JPY) es una de las divisas más comerciadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre el rendimiento de los bonos japoneses y estadounidenses, o el sentimiento de riesgo de los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en algunas ocasiones, generalmente para bajar el valor del yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del yen frente a sus principales pares. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia política entre el Banco de Japón y los demás bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que se sitúan en máximos desde hace décadas.
La postura del BoJ de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal de EE.UU.. Esto apoya una ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar estadounidense frente al Yen japonés.
El yen japonés suele considerarse una inversión refugio. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.