La primera ministra japonesa Sanae Takaichi enfatizó el miércoles la necesidad de una política fiscal proactiva para fortalecer las capacidades de Japón, en lugar de un endurecimiento fiscal excesivo.
Lo que Japón necesita ahora es fortalecer su capacidad con una política fiscal proactiva, no un endurecimiento fiscal excesivo.
Lograremos una política fiscal sostenible, un sistema de bienestar social mediante la reflación de la economía, la mejora de los beneficios corporativos, y el aumento de los ingresos de los hogares a través de ganancias salariales que luego incrementan los ingresos fiscales.
Lo que prevemos es un gasto fiscal estratégico, no una expansión imprudente.
En otro lugar, el exvicegobernador del BoJ, Masazumi Wakatabe, declaró que Japón debe aumentar la tasa de interés neutral a través de la política fiscal y la estrategia de crecimiento.
La tasa de interés neutral aumentará si la demanda de fondos aumenta.
Si la tasa neutral de Japón aumenta como resultado de la política fiscal y la estrategia de crecimiento, sería natural que el BoJ suba las tasas de interés.
El BoJ debería evitar un aumento prematuro de tasas, un ajuste excesivo del apoyo monetario a la luz del nivel de la tasa neutral.
La sanaenomics incorpora elementos de abenomics pero se centra más en fortalecer el lado de la oferta de la economía.
El par USD/JPY está ganando un 0.24% en el día para cotizar a 155.17 en el momento de la publicación.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.