El USD/MXN está cotizando en positivo en la apertura semanal, moviéndose en un estrecho rango situado entre 18.30 y 18.35. Al momento de escribir, el par opera sobre 18.33, ganando un 0.14% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar (DXY) está subiendo el lunes, elevándose a máximos de dos días en 99.49 ante el clima de aversión al riesgo que domina los mercados al inicio de la semana.
La inquietud por las sombrías perspectivas que pueden ofrecer los datos estadounidenses atrasados que se publicarán esta semana, sobre todo los referentes a las Nóminas no Agrícolas, están llamando a la cautela, impulsando a los activos refugio frente a divisas de más riesgo.
En todo caso, EE.UU. ha publicado hoy su índice Empire manufacturero, mostrando una fuerte subida a 18.7 puntos en noviembre desde los 10.7 de octubre, su nivel más alto desde hace un año. La cifra ha mejorado las expectativas del mercado, que preveía un retroceso a 6 puntos, y ha respaldado el crecimiento del Dólar en el día.
En México hoy no se publicarán datos económicos, ya que los mercados y la banca permanecen cerrados por el festivo del Día de la Revolución. Más adelante en la semana, Banxico dará a conocer las Minutas de su última reunión, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicará las cifras del PIB del tercer trimestre del año el viernes.
Con una tendencia firmemente bajista a corto plazo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días muestra más ambivalencia a corto y mediano término. En gráficos de 4 horas, el RSI está sobre la línea de 50, buscando dirección, mientras que en el gráfico de 1 hora se sitúa cerca de 60, sugiriendo que mantendrá ganancias en una temporalidad inmediata.
Al alza, la resistencia inicial espera en 18.56, media móvil de 100 días en el gráfico diario. Por encima de esta región esperaría el máximo de noviembre en 18.77 y el techo de septiembre en 18.86.
En dirección sur, el próximo soporte a considerar para el USD/MXN está en 18.24, suelo del 1 de octubre. Por debajo, el par buscará quebrar la zona de 18.19, suelo del 2025 registrado en septiembre. Un quiebre de este nivel provocaría una caída hacia la zona psicológica de 18.00.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.