El USD/MXN ha abierto el lunes probando un máximo diario de 18.55, aunque posteriormente ha ido cediendo terreno hasta caer a un mínimo del día de 18.41 en la sesión americana. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 18.42, perdiendo un 0.84% en lo que llevamos de jornada.
Aunque el índice del Dólar estadounidense (DXY) está remotando a estas horas, ganando un 0.49% en el día, el USD no está ganando terreno frente a todos sus pares. El Oro ha alcanzado hoy nuevos máximos históricos por encima de 4.100$ frente al billete verde, mientras que el Peso mexicano se beneficia de los temores sobre los aranceles de su vecino del norte.
El presidente de EE.UU. aseguró a última hora del viernes que impondría tarifas adicionales del 100% a los productos chinos a partir del 1 de noviembre en respuesta a las restricciones de China sobre las exportaciones de tierras raras. Los temores del mercado, obligaron al ejecutivo estadounidense a rebajar el tono durante el fin de semana, y hoy el Secretario de Estado estadounidense, Scott Bessent, ha asegurado que no es necesario que se apliquen estos aranceles y que confía en que la situación se pueda desescalar.
A la espera de los próximos movimientos entre EE.UU. y China, los operadores esperarán hoy el discurso de Anna Paulson, presidenta de la Fed de Filadelfia. Un poco más tarde el foco se trasladará al dato del estado mensual del presupuesto de septiembre que publica el Financial Management Service.
Los indicadores técnicos apuntan a la baja a corto, medio y largo plazo, con el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días cerca de 40 puntos en el gráfico de hora, señalando la posibilidad de más caídas durante la sesión americana.
En caso de seguir retrocediendo, el primer soporte aparece en 18.40, media móvil de 100 períodos en gráfico de una hora. Por debajo espera el mínimo de la semana pasada en 18.30. De ser quebrado, el USD/MXN podría caer hacia el suelo del año registrado en septiembre en 18.19.
Al alza, sería necesario superar la resistencia situada en 18.63, máximo de octubre registrado el viernes, para avanzar hacia 18.72, media móvil de 100 en gráfico diario. Más arriba espera 18.86, techo del pasado septiembre.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.