La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, declaró con confianza que el BCE ha alcanzado sus objetivos de desinflación mientras testificaba ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. Lagarde también insinuó la idea de que el Euro asuma un papel más prominente en el comercio global mientras la administración Trump trabaja día y noche para socavar la confianza global en el Dólar estadounidense (USD).
El proceso de desinflación ha terminado.
La zona Euro se ha mantenido bien en medio de la incertidumbre.
El rango de riesgos en ambos lados se ha reducido para la inflación.
Las exportaciones lentas y un Euro fuerte frenan la economía.
Los vientos en contra del crecimiento deberían desvanecerse el próximo año.
El mercado laboral es una fuente de fortaleza.
Los riesgos para el crecimiento son más equilibrados.
La inflación se mantiene cerca del objetivo del 2%.
El crecimiento salarial se moderará aún más.
La inflación subyacente es consistente con el objetivo a medio plazo.
No se garantiza la posición global de ninguna moneda.
Esta es una oportunidad única para fortalecer el papel global del Euro.
Necesitamos reformas audaces para convertir al Euro en un ancla global de confianza.