En su Revisión de Estabilidad Financiera (FSR) semestral publicada el jueves, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) advirtió sobre "riesgos que incluyen un retroceso en los elevados precios de los activos y tensiones en los mercados de deuda soberana."
El sistema financiero nacional es resiliente, los principales riesgos están en el exterior.
Las operaciones altamente apalancadas y el crecimiento del sector no bancario hacen que los mercados sean más vulnerables.
La debilidad en el sector inmobiliario de China ha presionado a los bancos allí y es probable que persista.
El sistema financiero australiano está bien posicionado para soportar choques en el mercado y una recesión global.
Los bancos están bien capitalizados, son rentables y mantienen reservas líquidas significativas.
Los bancos pueden soportar grandes pérdidas dada la alta cantidad y calidad de capital.
Los bancos deben mantener estándares de préstamo sólidos; los prestamistas no bancarios están bajo estrecha vigilancia.
Los bancos deben fortalecer la resiliencia operativa ante riesgos cibernéticos y geopolíticos.
Las presiones de flujo de efectivo sobre los hogares han disminuido con tasas e inflación más bajas.
La mayoría de los hogares están al día con los pagos de hipotecas y tienen reservas de liquidez y capital.
Las insolvencias empresariales se concentran en la construcción, la hospitalidad y el comercio minorista.
Apoya una política macroprudencial constante para contener los riesgos en el mercado de la vivienda.
Las necesidades de cobertura de riesgos en FX de los fondos de pensiones crecerán y requerirán una gestión cuidadosa.