El S&P 500 estableció un máximo del día en 6.209, dónde atrajo vendedores que arrastraron el índice a un mínimo diario en 6.175. Actualmente, el S&P 500 cotiza en 6.195, perdiendo un 0.13% en la jornada del martes.
El Instituto de Administración de la Oferta (ISM) dio a conocer que el PMI manufacturero de Estados Unidos presentó un incremento a 49 puntos en junio, superando ligeramente los 48.8 puntos previstos y los 48.5 observados el mes anterior.
Por otro lado, el Senado de Estados Unidos aprobó el día de hoy el proyecto de ley fiscal propuesto por Donald Trump, el siguiente paso consiste en su aprobación por la Cámara de Representantes.
Los títulos de Williams Companies (WMB) presentan una pérdida de un 6.51% en el día, visitando mínimos no vistos desde el 18 de junio en 58.32$, liderando las pérdidas en el índice accionario. En la misma tónica, los valores de Axon Enterprise (AXON) Se deslizan un 6.35% en la segunda jornada de la semana, alcanzando mínimos del 24 de junio en 765.50$, finalizando una racha de tres sesiones consecutivas al alza.
El S&P 500 cae 7 puntos en el día, operando actualmente en 6.195.
El S&P 500 estableció un soporte de corto plazo dado por el mínimo del 23 de mayo en 5.742. El siguiente soporte clave se encuentra en 5.430, dado por el mínimo del 30 de abril en convergencia con el promedio móvil exponencial de 13 periodos. Al norte, proyectamos una posible toma de ganancias en 6.600, número cerrado que confluye con la extensión al 127.2% de Fibonacci.
Gráfico diario del S&P 500
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.