El Índice del Dólar estadounidense (DXY) subió inicialmente hasta 104.70, pero luego se estabilizó en 104.50. En el lado positivo, la revisión del Producto Interior Bruto (PIB) y las sólidas cifras semanales de solicitudes iniciales de subsidio de desempleo en EE.UU. beneficiaron al Dólar. Sin embargo, el PMI de Chicago, más débil de lo esperado, parece haber restado impulso al Dólar.
La economía estadounidense parece estable y la Reserva Federal (Fed) mantiene una postura prudente. A pesar de las revisiones al alza de las previsiones de inflación, la Fed, bajo la dirección de Powell, se abstiene de reaccionar de forma exagerada ante los repuntes de la inflación a corto plazo. El inicio especulado de un ciclo de flexibilización en junio sigue dependiendo de los datos entrantes.
El índice de fuerza relativa (RSI) sube ligeramente en torno a 60, mientras que la divergencia de convergencia de medias móviles (MACD) manifiesta barras verdes que sugieren una presencia de Momentum o impulso alcista. Sin embargo, queda por ver si la actual tracción compradora puede espolear al DXY hasta niveles superiores, ya que el MACD también insinúa un potencial alcista limitado.
En términos generales, el DXY se sitúa cómodamente por encima de las medias móviles simples (SMA) de 20, 100 y 200 días, lo que indica que el impulso comprador es más fuerte en un contexto más amplio. Esto sugiere que, a pesar de los matices bajistas a corto plazo, los toros tienen un control más firme a largo plazo.
A pesar de su dominio, los toros se mantienen firmes en la actualidad, pero parecen estar luchando por ganar más terreno, lo que puede repercutir en la dinámica a corto plazo del DXY.
El Producto Interior Bruto (PIB) de un país mide la tasa de crecimiento de su economía durante un periodo de tiempo determinado, normalmente un trimestre. Las cifras más fiables son las que comparan el PIB con el trimestre anterior, por ejemplo el segundo trimestre de 2023 frente al primero de 2023, o con el mismo periodo del año anterior, por ejemplo el segundo trimestre de 2023 frente al segundo trimestre de 2022. Las cifras trimestrales anualizadas del PIB extrapolan la tasa de crecimiento del trimestre como si fuera constante para el resto del año. Sin embargo, estas cifras pueden ser engañosas si se producen perturbaciones temporales que afectan al crecimiento en un trimestre, pero es poco probable que duren todo el año, como ocurrió en el primer trimestre de 2020 con el estallido de la pandemia de covirus, cuando el crecimiento se desplomó.
Un resultado más alto del PIB suele ser positivo para la divisa de un país, ya que refleja una economía en crecimiento, que tiene más probabilidades de producir bienes y servicios que puedan exportarse, así como de atraer una mayor inversión extranjera. Del mismo modo, cuando el PIB cae suele ser negativo para la moneda. Cuando una economía crece, la gente tiende a gastar más, lo que provoca inflación. Entonces, el banco central del país tiene que subir los tipos de interés para combatir la inflación, con el efecto secundario de atraer más entradas de capital de inversores mundiales, lo que contribuye a la apreciación de la moneda local.
Cuando una economía crece y el PIB aumenta, la gente tiende a gastar más, lo que provoca inflación. El banco central del país tiene que subir los tipos de interés para combatir la inflación. Unos tipos de interés más altos son negativos para el Oro porque aumentan el coste de oportunidad de mantener Oro frente a colocar el dinero en una cuenta de depósito en efectivo. Por lo tanto, una mayor tasa de crecimiento del PIB suele ser un factor bajista para el precio del Oro.