El gobierno de Japón, a través del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI), ha revelado planes para casi cuadruplicar su apoyo presupuestado para el desarrollo de semiconductores de vanguardia e inteligencia artificial en el próximo presupuesto del año fiscal 2026, que comienza en abril de 2026.
Los planes recientemente anunciados por el Ministerio de Industria de Japón harán que su apoyo presupuestado para el desarrollo de semiconductores de vanguardia e inteligencia artificial aumente a alrededor de ¥1,23 billones (7.900 millones de dólares) para el año fiscal que comienza en abril.
El presupuesto general del METI ha aumentado casi un 50% con respecto al año anterior, debido principalmente al aumento del gasto en chips e inteligencia artificial. El gabinete de la primera ministra Sanae Takaichi lo ha aprobado; sin embargo, aún hay planes para debatir el plan presupuestario inicial del gobierno en el parlamento el próximo año.
Japón está prestando más atención a su inversión en chips e inteligencia artificial para fortalecer sus capacidades en tecnología de vanguardia y así poder alcanzar a Estados Unidos y China. Ambos países han mantenido una relación tensa a pesar de que ya no se imponen aranceles, y Japón ha estado intentando asegurar un mejor acceso a la cadena de suministro para tecnologías clave.
Según se informa, en el próximo año fiscal, el ministerio japonés también trabajará para asegurar la mayor parte de la financiación adicional para chips e IA en los presupuestos ordinarios desde el principio. Anteriormente, el ministerio utilizaba un enfoque más ad hoc, financiándolo mediante presupuestos suplementarios elaborados más adelante en el año. Se espera que esta medida proporcione una financiación más estable a los sectores.
Del monto total reservado para el desarrollo de semiconductores e inteligencia artificial, 150 mil millones de yenes se han destinado a la empresa de chips respaldada por el estado Rapidus, lo que eleva la inversión gubernamental acumulada en la empresa a 250 mil millones de yenes.
Para la IA, se destinarán 387.300 millones de yenes al desarrollo de modelos básicos de IA nacionales, al fortalecimiento de la infraestructura de datos y a la “IA física”, donde la IA controla robots y maquinaria.
En el presupuesto más amplio, 5.000 millones de yenes se destinarán a asegurar minerales clave, incluidas las tierras raras, mientras que 122.000 millones de yenes se han destinado a la descarbonización y al desarrollo de las llamadas centrales nucleares de próxima generación.
También se emitirán alrededor de 1,78 billones de yenes en bonos especiales para ayudar a la compañía estatal Nippon Export and Investment Insurance a respaldar la inversión japonesa en Estados Unidos como parte del acuerdo comercial de ambos países.
La revelación de los planes para aumentar el presupuesto del METI para IA y semiconductores se produce después de que el gobierno de Japón revisara su pronóstico económico para el próximo año fiscal con proyecciones de que el crecimiento se acelerará el año siguiente, según informó Cryptopolitan.
Esta afirmación se basa en la opinión de que su masivo paquete de estímulo impulsará el consumo y el gasto de capital. El paquete de estímulo fue elaborado por la administración en noviembre y financiado con un presupuesto suplementario para el año fiscal en curso, centrado en amortiguar el impacto del aumento del coste de la vida sobre los hogares.
Estaba valorado en unos 21,3 billones de yenes (136.700 millones de dólares) e incluía pagos a familias con niños, subsidios para reducir las facturas de servicios públicos y gasto fiscal para promover la inversión en áreas como infraestructura, inteligencia artificial y chips semiconductores.
Como resultado del paquete, las últimas proyecciones aprobadas por el gabinete estiman que la economía de Japón se expandirá un 1,1% en el año fiscal actual, frente al crecimiento del 0,7% estimado en agosto debido al impacto menor al esperado de los aranceles estadounidenses.
También se espera que el crecimiento se acelere al 1,3% en el año fiscal 2026, ya que el consumo y el gasto de capital se ven alentados por el estímulo que compensa la débil demanda externa, según las proyecciones.
En cuanto al consumo, el gobierno espera que aumente un 1,3% el próximo año fiscal, mientras que el gasto de capital probablemente aumente un 2,8% en el año fiscal 2026, más rápido que un aumento estimado del 1,9% para el año fiscal actual.
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