El gobierno del Reino Unido está dando señales de un cambio importante en su estrategia de endeudamiento, alejándose de los bonos a largo plazo y apoyándose fuertemente en la deuda a corto plazo, particularmente en las letras del Tesoro.
El organismo responsable de la emisión de deuda soberana británica ha aumentado la contribución neta prevista de las letras del Tesoro a corto plazo a sus necesidades de financiación . La emisión neta de letras del Tesoro aportará ahora 11 000 millones de libras a las necesidades de financiación del ejercicio fiscal.
Cabe destacar que las letras del Tesoro son títulos de deuda pública a corto plazo y de bajo riesgo, con vencimiento en un año o menos. Actualmente, solo hay unos 78 000 millones de libras de estas letras disponibles en el mercado. Esta cifra representa una pequeña parte del total de 2,9 billones de libras de deuda pública del Reino Unido.
El Reino Unido está explorando activamente posibles soluciones para acortar la duración de su deuda, que promedia alrededor de 14 años , significativamente más larga que la de muchos otros países. Estas iniciativas buscan reducir el pago de intereses, ya que los fondos de pensiones muestran un menor interés en los bonos con vencimientos a largo plazo. Ante estos hallazgos, los analistas expresaron su convicción de que la expansión del mercado de letras del Tesoro podría acelerar esta tendencia.
Esta medida también motivó a varias personas a opinar sobre la situación. Un ejemplo es Moyeen Islam, estratega de tipos de interés de Barclays. Según Islam, las iniciativas del gobierno respaldan la idea de que experimentarán una caída significativa en el vencimiento medio de la oferta de bonos del Estado en los próximos años.
En las circunstancias actuales, las fuentes señalaron que al Reino Unido le resulta más económico emitir deuda a corto plazo que bonos a largo plazo. Para respaldar esta afirmación, los informes destacaron que las letras del Tesoro a un mes generan una rentabilidad del 4,05 %, mientras que el rendimiento de los bonos a 30 años ha disminuido desde un máximo del 5,75 % en septiembre hasta el 5,21 % actual.
Por lo tanto, si el gobierno depende más del endeudamiento a corto plazo, será más vulnerable a las fluctuaciones en los tipos de interés. La razón principal es que el gobierno necesitará recurrir al mercado para refinanciar su deuda con frecuencia.
Varios inversores también opinaron sobre el asunto. Argumentaron que los planes del Tesoro responden a la demanda cambiante. Según ellos, no es lógico mantener deuda británica con vencimientos más largos ahora que los planes de pensiones del sector privado, que solían adquirir una cantidad significativa de bonos del Estado a largo plazo, han cerrado sus puertas a nuevos miembros y están disminuyendo de tamaño.
A medida que el debate se calentaba, Maya Bhandari, directora de inversiones de múltiples activos del gestor de activos estadounidense Neuberger Berman, afirmó que es beneficioso tener más opciones disponibles en el mercado de corto plazo, ya que esto aliviaría parte de la presión sobre los bonos del Estado a largo plazo.
Otra figura destacada que contribuyó a este debate es James McAlevey, director de Rentabilidad Global Agregada y Absoluta de BNP Paribas Asset Management. McAlevey argumentó que un mercado de letras más amplio debería actuar como una base sólida y activa para cualquier curva de renta fija. También mencionó que era "justo" realizar algunos ajustes en la de deuda del Reino Unido para responder a las cambiantes necesidades de los inversores.
Mientras tanto, vale la pena señalar que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, se ha mantenido comprometido con el financiamiento a corto plazo, lo que es parte de la política de la administración Biden que una vez condenó.
Los analistas descubrieron una importante brecha en el mercado. Sus hallazgos destacaron que, si bien el mercado estadounidense de grandes letras respalda una industria consolidada de fondos del mercado monetario, que sirven como opciones de ahorro que invierten en valores de muy bajo riesgo y a corto plazo, el Reino Unido carece de este tipo de demanda.
Francis Diamond, quien dirige la investigación de estrategia de tasas europeas en JPMorgan, generó esperanza en el mercado del Reino Unido cuando reconoció que la consulta es una medida clara para aumentar significativamente el número de letras emitidas.
Sin embargo, planteó una pregunta crucial: a medida que el gobierno aumenta la oferta, ¿de dónde se originará la demanda natural?
Mientras tanto, la Oficina de Gestión de Deuda, encargada de gestionar las ventas de deuda en nombre del Tesoro, publicó un comunicado fechado el miércoles 26 de noviembre, destacando que el gobierno está comprometido a establecer la base de inversores más amplia posible.
También declararon que cualquier ajuste que se haga después de la consulta tendrá en cuenta los costos y riesgos, ilustrando cómo impactan el riesgo de refinanciamiento del gobierno.
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