El líder de facto de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman (MBS), ha llegado a Washington para su primera visita a Estados Unidos desde el asesinato de Jamal Khashoggi, y no se trata solo de una sesión fotográfica. El enfoque principal está en las garantías de defensa, el acceso a chips y tecnología de inteligencia artificial, y un importante impulso para un acuerdo nuclear civil con Estados Unidos.