Sachin Katti, quien asumió el cargo de director de tecnología y jefe de IA en Intel hace apenas seis meses, acaba de dejar el puesto para unirse a OpenAI. Confirmó la noticia en X, donde escribió que se había incorporado oficialmente a la empresa creadora de ChatGPT.
Según Bloomberg, Intel emitió un comunicado el lunes en el que afirmaba que su director ejecutivo, Lip-Bu Tan, supervisaría directamente los esfuerzos de la empresa en materia de IA, y añadía que la IA sigue siendo una prioridad estratégica para la compañía.
El anuncio supone otro cambio abrupto en la dirección de Intel, que ha estado perdiendo altos ejecutivos desde que Tan asumió el cargo en marzo.
El puesto de Katti en Intel se produjo tras una reestructuración de la dirección de toda la empresa a principios de este año. Se había unido al fabricante de chips hace casi cuatro años, trabajando primero en su grupo de redes antes de ser ascendido bajo el mandato del ex CEO Pat Gelsinger.
En abril, Tan simplificó la estructura directiva y ascendió a Katti a director de tecnología y jefe de IA. Su marcha tras un periodo tan breve supone un duro golpe para las ambiciones de Intel en el ámbito de la IA, especialmente en un momento en que la empresa lucha por competir en el mercado de chips de IA para centros de datos.
En el comunicado oficial, Intel agradeció a Katti y declaró : “Lip-Bu liderará los Grupos de IA y Tecnologías Avanzadas, trabajando en estrecha colaboración con el equipo”. La compañía también afirmó que mantiene su enfoque en su hoja de ruta tecnológica para cargas de trabajo de IA.
Desde marzo, varios ejecutivos han abandonado Intel, lo que ha aumentado la presión sobre Tan para estabilizar la estructura de liderazgo mientras intenta solucionar los problemas del negocio de fundición de la empresa.
Intel no ha logrado conseguir un cliente importante para su división de fabricación portrac, que se supone que debe competir con TSMC y otras empresas.
Aunque las CPU de Intel todavía se utilizan en sistemas de servidores de IA, operan a menor escala en comparación con los chips de IA personalizados que impulsan la actual ola de aprendizaje automático.
Intel aún no ha producido un chip insignia para centros de datos que pueda competir seriamente con los productos que Nvidia y TSMC ya comercializan. Esta falta de un chip revolucionario para IA es una de las razones por las que la empresa sigue perdiendo talento y desaprovechando grandes oportunidades en el floreciente sector de la IA. La salida de Katti es el último síntoma de esta situación.
Tan ha estado trabajando activamente para reestructurar el equipo directivo. Naga Chandrasekaran, quien anteriormente dirigía la filial de fabricación, ahora se encarga de gestionar las relaciones externas con los clientes de fundición.
Intel también ha contratado personal externo para cubrir las vacantes; Kevork Kechichian, ex de Arm, ahora dirige la unidad de centros de datos de Intel. Sin embargo, el ritmo de los cambios aún no ha dado resultados significativos.
En OpenAI, la llegada de Katti se produce en un momento en que la empresa intenta uno de los despliegues de infraestructura más costosos de la historia de Silicon Valley.
Greg Brockman,dentde la firma, confirmó en X que Katti se encargaría de “diseñar y construir nuestra infraestructura informática, que impulsará nuestra investigación en inteligencia artificial general y ampliará sus aplicaciones para beneficio de todos”.
La empresa está invirtiendo enormes cantidades de capital en la construcción de centros de datos avanzados capaces de manejar modelos de IA a gran escala.
Tan solo en los últimos meses, OpenAI ha firmado acuerdos de infraestructura por valor de más de 1,4 billones de dólares destinados a ampliar su capacidad informática para satisfacer la creciente demanda.
Esa cifra asombrosa ha suscitado serias dudas sobre cómo la empresa planea financiar esos proyectos.
En el evento Tech Live del Wall Street Journal, la directora financiera de OpenAI, Sarah Friar, dijo que la empresa buscaba formar un “ecosistema” de bancos, firmas de capital privado y potencialmente incluso un “respaldo” federal para ayudar a apoyar los acuerdos de inversión en chips.
Pero el miércoles por la noche, Sarah ya se retractaba. En una publicación de LinkedIn, escribió: “Usé la palabra 'respaldo' y eso desvió la atención. Como muestra el video completo de mi respuesta, mi argumento era que la fortaleza tecnológica estadounidense provendrá del desarrollo de una verdadera capacidad industrial, lo cual requiere la participación tanto del sector privado como del gobierno”. Insistió en que OpenAI no solicitaba garantías financieras federales directas.
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