Según Bloomberg, las acciones de empresas cuánticas vinculadas a Rigetti Computing Inc. y D-Wave Quantum Inc. se han disparado más de un 1900% en el último año ante las expectativas de que la tecnología que están desarrollando se convertirá en el próximo gran avance informático.
Ambas compañías están valoradas en más de 10 mil millones de dólares cada una, a pesar de que actualmente generan solo una pequeña fracción de los ingresos de las empresas tradicionales de tamaño similar. Sus máquinas aún se encuentran en fase de desarrollo, la mayoría de sus usos son experimentales y las empresas están incurriendo en cash mientras generan ingresos comerciales limitados.
Su valor es superior al de la sopa Campbell, a pesar de generar menos del 1% de sus ingresos, según Bloomberg; por lo tanto, este frenesí comercial ha convertido una de las áreas más experimentales de la computación avanzada en un campo de batalla acalorado para los inversores.
Los partidarios insisten en que si de computación cuántica que se está desarrollando finalmente funciona a gran escala, podría resolver problemas que classic de IA no pueden, pero los escépticos argumentan que el mercado está ignorando los fundamentos y persiguiendo la publicidad sin un cronograma claro.
Los defensores de la computación cuántica afirman que la tecnología que se está desarrollando tiene como objetivo construir máquinas mucho más potentes que los sistemas tradicionales, realizando cálculos en paralelo en lugar de uno a la vez.
Según se informa, algunos inversores creen que esto algún día ayudará a diseñar nuevos fármacos, modelar sistemas climáticos complejos y gestionar volúmenes de datos que sobrepasan la capacidad del mejor hardware actual. Troy Jensen, de Cantor Fitzgerald, habría declarado a Bloomberg: «Si funciona, será algo enorme y revolucionario. Si no, podría fracasar».
Esta operación se ha comparado con las primeras inversiones en biotecnología, donde los inversores pueden esperar años por un progreso que puede o no llegar.
La incertidumbre es considerable. Muchos investigadores y ejecutivos reconocen el enorme potencial, pero el cronograma es incierto. A principios de este año, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, afirmó que aún podrían pasar décadas antes de que se obtuvieran resultados significativos. Aun así, el interés político y empresarial no ha disminuido. La administración Trump designó el desarrollo de la computación cuántica como una prioridad estratégica. Fidelity International participó en una nueva ronda de financiación para Quantinuum, valorando la empresa emergente en 10 000 millones de dólares.
Google también ha informado de avances. El año pasado, la compañía afirmó que un chip que desarrolló completó en cinco minutos una tarea que a una supercomputadora le habría llevado 10 septillones de años. Los inversores que siguieron el auge de las acciones relacionadas con la IA en los últimos dos años se han movido con rapidez, buscando posicionarse antes de una nueva ola de adopción tecnológica. Haim Israel, de Bank of America Merrill Lynch, declaró: «Los mercados de capitales no quieren perderse esta oportunidad». Las acciones de Alphabet subieron el 22 de octubre, cuando una investigación que sugería nuevos avances en su procesador Willow añadió brevemente 30 000 millones de dólares a su valor de mercado.
Mientras tanto, Bruce Cox, del fondo Harrington Alpha, apuesta en contra de Rigetti Computing y afirma: “No hay ganancias, no hay nada que lo respalde. La euforia es desmedida”.
Y el reciente retroceso respalda su punto de vista, ya que tanto Rigetti como D-Wave Quantum se han desplomado más del 34% desde los máximos del mes pasado, lo que supone una pérdida combinada de unos 12.000 millones de dólares, según datos de Yahoo Finance.
Las comparaciones financieras muestran lo elevadas que están las valoraciones. Se espera que Rigetti, con sede en Berkeley, genere alrededor de 20 millones de dólares en los próximos cuatro trimestres, principalmente a partir detracde desarrollo y venta de componentes. A los precios actuales, la acción se cotiza a más de 500 veces los ingresos proyectados. Palantir se cotiza a 72 veces los ingresos futuros. El Nasdaq 100 se cotiza a menos de seis. Para que Rigetti alcance una valoración similar a la de Nvidia, con 17 veces las ventas futuras, sus ingresos anuales tendrían que superar los 600 millones de dólares. Los analistas prevén unos 40 millones de dólares en 2027.
A pesar de estos problemas, los analistas mantienen una postura mayoritariamente positiva. Seis de los siete analistas traca Rigetti recomiendan comprar sus acciones, mientras que uno se mantiene neutral. Los diez analistas que cubren D-Wave Quantum recomiendan comprar. El analista de Benchmark, David Williams, elevó su precio objetivo de 20 a 50 dólares, lo que provocó, según él, la mayor cantidad de críticas negativas que ha recibido en más de catorce años. Williams afirmó que los inversores minoristas y los que buscan oportunidades de compra están muy involucrados y que los plazos largos hacen inevitables las fluctuaciones de precios. «Quantum no escapará a una caída generalizada del mercado», concluyó.
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