El Banco Central de Argentina anunció una flexibilización del coeficiente de reservas diarias para los bancos comerciales, permitiéndoles cubrir el 95% de la obligación en lugar del 100% anterior. La medida busca liberar liquidez e impulsar el crédito ante las persistentes presiones económicas.
Este acontecimiento se produce poco después de que el partido del presidente dent Milei lograra una victoria crucial en las elecciones de medio término. Como se mencionó anteriormente, los coeficientes de reserva se mantienen sin cambios y varían según el tipo de depósito o instrumento.
La principal diferencia entre la enmienda actual y la anterior radica en que las entidades financieras, además de mantener un estricto cumplimiento diario, ahora pueden moderar su reserva de liquidez diaria. Según las autoridades, esta medida busca facilitar el flujo de crédito a hogares y empresas, preservando al mismo tiempo la estabilidad financiera general.
Según el comunicado de prensa, el Banco de Argentina describe la revisión como el primer cambio importante en la política monetaria desde las elecciones intermedias, en las que el partido de Milei obtuvo una victoria aplastante en ambas cámaras del parlamento, y el mercado respondió con optimismo.
El cambio en Argentina se produce tras meses de alta inflación y escasa liquidez, lo que ha restringido el crédito bancario. Los analistas señalan que, si bien la flexibilización es moderada, indica la intención del banco central de respaldar la actividad económica sin generar fuertes presiones inflacionistas.
La flexibilización monetaria se justificaba tras la victoria del presidente dent pero también debido a la presión de los representantes bancarios. Estos últimos ya habían estado debatiendo el asunto, argumentando que la obligación de reservar fondos diariamente les obliga a mantener saldos excesivamente altos .
Los líderes del sector habían solicitado al BCRA que adoptara un modelo de cumplimiento mensual, pero el banco optó por un enfoque gradual. El regulador, en este caso, asegura que la flexibilización no implica una reversión total, liberando liquidez al sistema financiero, pero sin generar presión inflacionaria ni debilitar el peso.
La flexibilidad otorgada a los bancos facilitará un mayor acceso al crédito para las empresas y los consumidores. Los fondos liberados ya no se mantendrán en reserva, sino que se utilizarán mediante líneas de crédito e inversiones.
Sin embargo, los analistas advierten que se trata de una reforma tibia, no de una renovación integral. La liquidez en el sistema financiero argentino es escasa, y el BCRA está mucho más preocupado por introducir demasiados pesos. La reducción de costos se produce tras unas semanas detrondesempeño del mercado luego de la victoriadentde Milei. Los inversionistas se mostraron cautelosamente optimistas sobre la continuidad de la tendencia a corto plazo, un sentimiento que el BCRA busca contrarrestar.
El sector bancario argentino lleva más de un año restricciones de liquidez
Algunos bancos habían dejado de conceder hipotecas en los últimos meses, debido al debilitamiento de la economía y al aumento vertiginoso de la morosidad, que se acercaba a máximos históricos posteriores a la crisis. Las elevadas exigencias de reservas y el temor a conceder préstamos provocaron una paralización del crédito que estranguló la cash de las pequeñas empresas.
El régimen de Milei ha manifestado su firme compromiso de mantener el valor del peso y la confianza del pueblo en el sistema financiero. Por consiguiente, no ha habido duda de que se levantarían las “reglas de reserva”. Si bien estas se endurecieron recientemente para evitar la especulación cambiaria, también limitaron la capacidad de la mayoría de los bancos para prestar y recibir crédito, lo que generó demandas de una mayor socialización del mercado.
Es probable que los responsables de la política monetaria actúen con cautela, a pesar de las expectativas de que se tomen nuevas medidas para volver a la normalidad. Si el peso o la inflación se deterioraran inesperadamente, como ya ha ocurrido, las inyecciones de liquidez a nivel mundial podrían desencadenar pánico o una fuerte depreciación de la moneda que anularía las recientes ganancias de valor.
A corto plazo, los bancos aprovecharán esta nueva pausa para gestionar la liquidez diaria y hacer frente a las dificultades financieras inmediatas. A medio plazo, si la inflación y las ganancias cambiarias se mantienen, podrían implementarse normas de reserva más flexibles. Por ahora, el cambio es menor en términos absolutos, pero ejemplifica la intención de las autoridades bancarias argentinas de continuar impulsando la recuperación económica.
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