Los mercados mundiales abrieron la semana con una notatron, subiendo el domingo por la noche mientras los inversores se acercaban a la segunda semana de ganancias del tercer trimestre de Wall Street.
Los futuros de los principales índices estadounidenses apuntaron al alza: el Promedio Industrial Dow Jones ganó 84 puntos (0,2%), el S&P 500 subió un 0,2% y el Nasdaq 100 avanzó un 0,3%, según datos de la CNBC. Los operadores estaban atentos a los datos clave de inflación y a varios resultados financieros importantes que se publicarán a finales de la semana.
Eldent Donald Trump contribuyó a calmar la situación tras conocerse informes que confirmaron que había eximido recientemente a docenas de productos de sus aranceles recíprocos y que estaba considerando eliminar los aranceles sobre cientos más. Trump declaró a la prensa la semana pasada que su propuesta de imponer un arancel del 100 % a los productos chinos "no sería sostenible".
Según informes, existe un creciente consenso dentro de la administración Trump sobre la necesidad de reducir los costos de importación de ciertos productos no producidos en Estados Unidos. Este comentario ayudó a mitigar parte de la tensión de la semana pasada que inquietó a los inversores después de que las nuevas amenazas arancelarias reavivaran las preocupaciones comerciales.
Los mercados europeos se sumaron al repunte el lunes por la mañana tras unos días volátiles dominados por los temores de la banca estadounidense. El índice paneuropeo Stoxx 60 subió un 0,8% a las 8:30 h en Londres, revirtiendo la caída del 0,95% del viernes.
El FTSE 100 del Reino Unido subió un 0,5%, el DAX alemán un 1,1%, el CAC 40 francés un 0,7% y el FTSE MIB italiano un 1,43%. El índice Stoxx Europe 600 Banks también subió un 1,6%, impulsado por Banco Sabadell, que subió un 4,4%, y BPER Banca, que subió un 4%.
Los inversores del otro lado del Atlántico sopesaban la mejora del apetito por el riesgo, con el persistente nerviosismo crediticio vinculado a las carteras de préstamos de Wall Street. El tono positivo en Europa contribuyó a estabilizar la confianza global de cara a una semana de fuertes datos.
En el mercado de bonos, los rendimientos de los bonos del Tesoro siguieron bajando a medida que aumentaba la demanda de activos más seguros. El rendimiento a dos años cayó por debajo del 3,4%, su nivel más bajo desde 2022, mientras que el rendimiento a 10 años rozó brevemente el 3,93% el viernes antes de repuntar al 4%.
Esa fue apenas la tercera vez desde abril que el rendimiento de referencia cayó por debajo del 4%. La fuerte caída reflejó una combinación de preocupaciones: incertidumbre comercial, datos laborales más débiles y altas valoraciones de las acciones. Muchos inversores apostaron por los rendimientos a 10 años como estrategia defensiva ante posibles retrocesos del mercado.
El índice del Tesoro de Bloomberg ha subido un 6,6% este año hasta el jueves, lo que marca su mejor racha desde 2020. Los operadores utilizaron opciones para protegerse ante otra caída por debajo del 4%, lo que podría acelerar las ganancias si la actividad de cobertura aumenta.
Matthew Hornbach, quien lidera la estrategia de tasas en Morgan Stanley, dijo que los inversores deberían "despedirse con cariño de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años superiores al 4%", y señaló que un cierre prolongado del gobierno podría extender el repunte de los bonos.
Los mercados de materias primas se mantuvieron activos, ya que los operadores equilibraron la demanda de metales con las expectativas de cambio en las tasas. El oro al contado subió un 0,3%, hasta los 4.259,34 dólares por onza a las 05:14 GMT, mientras que los futuros del oro estadounidense para entrega en diciembre subieron un 1,4%, hasta los 4.273 dólares.
El repunte se produjo tras la caída del 1,8% del viernes, la más pronunciada desde mayo, después de que los comentarios de Trump sobre los aranceles provocaran una toma de ganancias. Aun así, el oro mantiene una subida de más del 60% en lo que va de año, alcanzando un máximo histórico de 4.378,69 dólares la semana pasada.
Los analistas señalaron las compras de los bancos centrales, las entradas de ETF, las tensiones geopolíticas y la desdolarización como los principales factores que impulsaron su repunte masivo.
La plata al contado subió un 0,6%, hasta los 52,18 dólares por onza, recuperándose de la caída del 4,4% del viernes, su peor caída desde abril, tras alcanzar un máximo histórico de 54,47 dólares ese mismo día. El platino subió un 2%, hasta los 1.589,60 dólares, mientras que el paladio bajó un 0,2%, hasta los 1.470,83 dólares.
El índice del dólar estadounidense (DXY) cotizó en torno a 98,40 durante la sesión asiática del lunes, recuperando las ganancias del día anterior. La depreciación del dólar impulsó el repunte del oro y la plata.
En cuanto a la política monetaria, los mercados siguen convencidos de que la Reserva Federal aplicará un recorte de tasas de un cuarto de punto en su reunión del 29 de octubre y otro en diciembre, según los datos de FedWatch de CME. Se espera que los datos de inflación, que se publicarán el viernes, muestren un IPC subyacente estable en el 3,1 % en septiembre. Es poco probable que esto cambie el tono de la Fed, ya que ningún funcionario ha cuestionado públicamente la previsión de recortes en el mercado.
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