El cruce EUR/GBP tocó un máximo de un mes, alrededor de la región de 0.8465-0.8470 durante la sesión asiática del miércoles, aunque carece de compras de continuación. Sin embargo, el trasfondo fundamental sugiere que el camino de menor resistencia para los precios al contado es al alza.
La Libra esterlina (GBP) continúa con su relativo bajo rendimiento tras los decepcionantes datos de empleo del Reino Unido del martes, lo que aumentó las apuestas de que el Banco de Inglaterra (BoE) recortará las tasas de interés en dos ocasiones este año. En contraste, el Banco Central Europeo (BCE) señaló la semana pasada que el final del ciclo de recortes de tasas está cerca. Las expectativas divergentes entre el BoE y el BCE resultan ser un factor clave que actúa como un viento de cola para el cruce EUR/GBP.
Además, la ruptura del día anterior a través de un rango operativo de corto plazo valida la perspectiva positiva a corto plazo y apoya las perspectivas de ganancias adicionales. Sin embargo, los operadores alcistas parecen reacios a realizar nuevas apuestas y optan por esperar la publicación de los datos de inflación del consumidor de EE.UU., que podrían infundir volatilidad en los mercados y proporcionar un nuevo impulso al cruce EUR/GBP más tarde durante la sesión norteamericana.
En ausencia de datos macroeconómicos relevantes que muevan el mercado, ya sea de la Eurozona o del Reino Unido, la configuración constructiva podría seguir actuando como un viento de cola para los precios al contado. Por lo tanto, cualquier retroceso correctivo podría verse como una oportunidad de compra y es más probable que permanezca limitado.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.