La decisión del presidente de EE.UU., Trump, de suspender temporalmente los aranceles del 50% sobre los productos de la UE está aumentando el apetito por el riesgo de los inversores el lunes. Esto está alimentando al Dólar neozelandés, sensible al riesgo, que ha subido para volver a probar los máximos del año en 0.6030.
Trump se echó atrás en su plan de imponer aranceles del 50% a todos los productos de la UE, y el mercado ha respirado aliviado, temeroso de que un conflicto comercial entre EE.UU. y Europa tendría un impacto significativo en el crecimiento económico global.
Esta noticia ha desviado la atención de los inversores de la próxima reunión de política monetaria del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda, programada para el miércoles. El consenso del mercado anticipa un recorte de 25 puntos básicos a 3.25%.
Más allá de eso, se espera que el comunicado del banco tenga un tono moderado, sugiriendo un mayor alivio monetario en el futuro, ante el incierto contexto comercial global. El Instituto de Investigación Económica de Nueva Zelanda, considerado la junta de política monetaria en la sombra, ha confirmado esta opinión, con la mayoría de los miembros recomendando un recorte de un cuarto de punto y uno abogando por un recorte de 0.50%.
Sin embargo, el Dólar está sufriendo debilidades propias, que limitan los intentos de caída del NZD. Moody's rebajó la calificación de deuda del país la semana pasada, en el momento en que el amplio proyecto de ley fiscal de Trump pasó por la Cámara de Representantes para ser discutido en el Senado de EE.UU.
billón
Se espera que el proyecto de ley aumente la deuda de EE.UU. en aproximadamente 3.8 billones$ en los próximos diez años, lo que ha generado serias preocupaciones sobre la estabilidad fiscal de EE.UU., socavando la confianza en los Bonos del Tesoro de EE.UU. y en el Dólar estadounidense en un comercio de "Vender América".
El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) es el banco central del país. Sus objetivos económicos son lograr y mantener la estabilidad de los precios –lograda cuando la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), cae dentro del rango de entre 1% y 3%– y apoyar el máximo empleo sostenible.
El Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) decide el nivel apropiado de la Tasa Oficial de Efectivo (OCR) de acuerdo con sus objetivos. Cuando la inflación esté por encima del objetivo, el banco intentará controlarla elevando su OCR clave, encareciendo el endeudamiento de dinero para los hogares y las empresas y enfriando así la economía. Los tipos de interés más altos son generalmente positivos para el Dólar neozelandés (NZD), ya que generan mayores rendimientos, lo que convierte al país en un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, los tipos de interés más bajos tienden a debilitar al NZD.
El empleo es importante para el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) porque un mercado laboral ajustado puede alimentar la inflación. El objetivo del RBNZ de “máximo empleo sostenible” se define como el mayor uso de recursos laborales que pueda mantenerse en el tiempo sin crear una aceleración de la inflación. “Cuando el empleo esté en su nivel máximo sostenible, habrá una inflación baja y estable. Sin embargo, si el empleo está por encima del nivel máximo sostenible durante demasiado tiempo, eventualmente provocará que los precios aumenten cada vez más rápidamente, lo que requerirá que el MPC aumente las tasas de interés para mantener la inflación bajo control”, dice el banco central.
En situaciones extremas, el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) puede implementar una herramienta de política monetaria llamada Flexibilización Cuantitativa. La QE es el proceso mediante el cual el RBNZ imprime moneda local y la utiliza para comprar activos (generalmente bonos gubernamentales o corporativos) de bancos y otras instituciones financieras con el objetivo de aumentar la oferta monetaria interna y estimular la actividad económica. La QE generalmente resulta en un Dólar neozelandés (NZD) más débil. La QE es un último recurso cuando es poco probable que simplemente bajar las tasas de interés logre los objetivos del banco central. El RBNZ lo utilizó durante la pandemia de Covid-19.