El par EUR/USD cae a alrededor de 1.1730 durante los primeros compases de la sesión europea del miércoles, presionado por la renovada demanda del Dólar estadounidense (USD). No obstante, el potencial a la baja para el par principal podría estar limitado en medio de la creciente aceptación de que el Banco Central Europeo (BCE) ha terminado de recortar las tasas de interés. Se espera que el BCE mantenga las tasas de interés estables en su reunión de diciembre el jueves. El banco central ha mantenido su tasa de depósito clave en el 2% desde julio.
Al otro lado del Atlántico, el informe de empleo mixto de EE.UU. para noviembre mostró que el mercado laboral estadounidense sigue siendo relativamente resistente, pero muestra signos de desaceleración. Esto, a su vez, podría arrastrar al Dólar a la baja y crear un viento de cola para el par principal. Las Nóminas no Agrícolas (NFP) de EE.UU. aumentaron en 64.000 en noviembre después de caer en 105.000 en octubre. Esta cifra fue mejor que las estimaciones de 50.000. Mientras tanto, la Tasa de Desempleo en EE.UU. subió al 4.6% en noviembre desde el 4.4% en octubre.
En el gráfico diario, el EUR/USD cotiza a 1.1732. La EMA de 100 se eleva a 1.1611, con el precio manteniéndose por encima de ella y sosteniendo un sesgo alcista. La media móvil de 20 períodos dentro de las bandas de Bollinger avanza cerca de 1.1639, apoyando retrocesos superficiales. El precio se inclina hacia la banda superior, y las bandas se están ampliando, indicando una firme presión alcista junto con un aumento de la volatilidad.
El RSI en 65.58 muestra un sólido impulso alcista mientras aún no está sobrecomprado. La resistencia inmediata se sitúa en la banda superior de Bollinger en 1.1788, mientras que el soporte se establece en la banda media en 1.1639 y la EMA de 100 en 1.1611. Un quiebre al alza podría abrir la puerta a una extensión del avance, mientras que la incapacidad para superar la resistencia mantendría al par limitado e invitaría a un retroceso hacia el soporte.
(El análisis técnico de esta historia fue escrito con la ayuda de una herramienta de IA)
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija los tipos de interés y gestiona la política monetaria de la región.
El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de los precios, lo que significa mantener la inflación en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es subir o bajar los tipos de interés. Unos tipos de interés relativamente altos suelen traducirse en un Euro más fuerte, y viceversa.
El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las adoptan los directores de los bancos nacionales de la zona del euro y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
En situaciones extremas, el Banco Central Europeo puede poner en marcha una herramienta política denominada Quantitative Easing (relajación cuantitativa). El QE es el proceso por el cual el BCE imprime Euros y los utiliza para comprar activos (normalmente bonos del Estado o de empresas) a bancos y otras instituciones financieras. El resultado suele ser un Euro más débil..
El QE es un último recurso cuando es improbable que una simple bajada de los tipos de interés logre el objetivo de estabilidad de precios. El BCE lo utilizó durante la Gran Crisis Financiera de 2009-11, en 2015 cuando la inflación se mantuvo obstinadamente baja, así como durante la pandemia de coronavirus.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE. Se lleva a cabo después del QE, cuando la recuperación económica está en marcha y la inflación empieza a aumentar. Mientras que en el QE el Banco Central Europeo (BCE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para proporcionarles liquidez, en el QT el BCE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo (o alcista) para el Euro.