El cruce EUR/JPY gana terreno cerca de 180.90 durante la sesión europea del lunes. El Yen japonés (JPY) se debilita frente al Euro (EUR) en medio del informe revisado del Producto Interno Bruto (PIB) más débil de lo esperado. Los datos publicados por la Oficina del Gabinete el lunes mostraron que la economía de Japón se contrajo un 0.6% en el periodo de julio a septiembre en comparación con la estimación inicial del 0.4%. En términos anuales, la economía se contrajo un 2.3%, frente a una caída del 1.8% reportada en la estimación inicial.
No obstante, la caída del JPY podría estar limitada en medio de las expectativas de un giro de línea dura del Banco de Japón (BoJ). Los datos sobre el crecimiento salarial en Japón reafirmaron las apuestas del mercado por un inminente aumento de tasas por parte del banco central japonés en diciembre.
En el gráfico diario, el EUR/JPY cotiza a 180.90. El par se mantiene por encima de la SMA de 20 días en 180.50 y la EMA de 100 días en 175.53, preservando un sesgo alcista. La EMA de 100 días sube, reforzando la demanda subyacente. El RSI en 59.40 (neutral-a-alcista) confirma un impulso constante sin riesgo de sobrecompra. El obstáculo inmediato se sitúa en la banda superior de Bollinger en 182.02, mientras que el soporte inicial se alinea con la banda inferior en 178.98.
El precio se sitúa justo por encima de la banda media de Bollinger a medida que las bandas se estrechan, señalando una volatilidad reducida y un tono de consolidación dentro de la tendencia alcista más amplia. Un cierre diario por encima de la banda superior extendería las ganancias, mientras que una ruptura por debajo de la banda media expondría la banda inferior y la EMA de 100 días en ascenso como soportes sucesivos.
(El análisis técnico de esta historia fue escrito con la ayuda de una herramienta de IA)
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.