La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo en el 35.º Congreso Bancario Europeo en Frankfurt el viernes que el banco central permanecerá vigilante ante los riesgos de inflación y ajustará las tasas de interés, si es necesario, para mantener la inflación en el objetivo del 2%.
Continuaremos ajustando nuestra política según sea necesario para garantizar que la inflación se mantenga en nuestro objetivo.
Las barreras internas en los mercados de servicios y bienes son equivalentes a aranceles de alrededor del 100% y el 65% respectivamente.
La inacción europea en la reforma sería irresponsable.
El BCE está haciendo su parte al garantizar la estabilidad de precios.
Los recortes del BCE están apoyando cada vez más las condiciones de financiamiento.
El EUR/USD se negocia un 0.17% más alto alrededor de 1.1550 durante la sesión de negociación europea del viernes.
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija los tipos de interés y gestiona la política monetaria de la región.
El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de los precios, lo que significa mantener la inflación en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es subir o bajar los tipos de interés. Unos tipos de interés relativamente altos suelen traducirse en un Euro más fuerte, y viceversa.
El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las adoptan los directores de los bancos nacionales de la zona del euro y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
En situaciones extremas, el Banco Central Europeo puede poner en marcha una herramienta política denominada Quantitative Easing (relajación cuantitativa). El QE es el proceso por el cual el BCE imprime Euros y los utiliza para comprar activos (normalmente bonos del Estado o de empresas) a bancos y otras instituciones financieras. El resultado suele ser un Euro más débil..
El QE es un último recurso cuando es improbable que una simple bajada de los tipos de interés logre el objetivo de estabilidad de precios. El BCE lo utilizó durante la Gran Crisis Financiera de 2009-11, en 2015 cuando la inflación se mantuvo obstinadamente baja, así como durante la pandemia de coronavirus.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE. Se lleva a cabo después del QE, cuando la recuperación económica está en marcha y la inflación empieza a aumentar. Mientras que en el QE el Banco Central Europeo (BCE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para proporcionarles liquidez, en el QT el BCE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo (o alcista) para el Euro.