El Euro se está retirando de las ganancias del viernes, justo por encima de 0.8740, alcanzando mínimos de sesión por debajo de 0.8720. El optimista Índice de Sentimiento alemán no ha logrado proporcionar un apoyo significativo para el par, ya que la Libra continúa recibiendo apoyo de los sólidos datos del Reino Unido publicados el viernes.
Las cifras de consumo minorista del Reino Unido superaron las expectativas en septiembre, con un crecimiento del 0.5%, tras una revisión al alza del aumento del 0.6% en agosto, en contra del consenso del mercado, que había anticipado una caída del 0.2%.
Más allá de eso, los PMI de servicios preliminares mostraron una mejora sustancial en la actividad empresarial. La actividad de servicios se aceleró a 51.1, desde 50.80 en septiembre, superando las expectativas de una lectura de 51.0, mientras que el PMI manufacturero saltó a 49.6 desde 46.2 en septiembre, alcanzando su lectura más alta en los últimos 12 meses.
Estos datos apoyan la postura agresiva del Banco de Inglaterra y disminuyen las esperanzas de que el comité de política monetaria pueda recortar las tasas de interés aún más, al menos hasta el primer trimestre de 2026, lo que ha proporcionado un nuevo impulso a la GBP.
El lunes, el Índice de Clima Empresarial Ifo alemán mejoró a 88.4 desde los 87.7 del mes pasado, superando las expectativas de un aumento a 87.8, lo que ha proporcionado un impulso moderado para el Euro. El Índice de Expectativas Económicas ha saltado a su nivel más alto en más de tres años, en 91.6, aunque el sentimiento sobre las condiciones económicas actuales se ha deteriorado a 85.5 desde 85.7, limitando el impacto positivo en el Euro.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.