El par USD/CHF registra un nuevo máximo mensual cerca de 0.8040 durante la sesión de trading europea del jueves. El par Franco suizo se negocia firmemente mientras el Dólar estadounidense (USD) se encuentra cerca de su máximo de dos meses antes del discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, a las 12:30 GMT.
Durante la sesión europea, el índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el valor del Dólar frente a seis monedas principales, se negocia firmemente cerca de 99.00.
Los inversores prestarán especial atención al discurso del presidente Powell para obtener pistas sobre cuánto recortará el banco central de Estados Unidos (US) las tasas de interés en lo que queda del año.
Las actas de la reunión de política del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de septiembre mostraron el miércoles que los funcionarios consideraban que sería apropiado flexibilizar aún más la política durante el resto de 2025, ya que los riesgos a la baja para el empleo han aumentado.
Mientras tanto, el Franco suizo (CHF) se negocia en general firme, ya que los inversores esperan que el Banco Nacional Suizo (SNB) no empuje las tasas de interés a territorio negativo.
El USD/CHF se mantiene por encima de la Media Móvil Exponencial (EMA) de 20 días, que se negocia alrededor de 0.7975, lo que sugiere que la tendencia a corto plazo es alcista.
Sin embargo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días oscila dentro del rango de 40.00-60.00, lo que sugiere una contracción de volatilidad aguda.
Un movimiento de recuperación adicional del par por encima del máximo del 1 de agosto de 0.8170 abrirá espacio para más alzas hacia el máximo del 19 de junio de 0.8215, seguido por el máximo del 6 de junio de 0.8248.
En un escenario alternativo, el par podría deslizarse hacia 0.7800, si rompe por debajo del mínimo del 17 de septiembre de 0.7829.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.