La economía de Australia sigue siendo robusta, a pesar de una moderación en el crecimiento del tercer trimestre (0.4% intertrimestral ajustado estacionalmente). La línea base de los economistas de Standard Chartered sigue siendo que el RBA mantenga la tasa de efectivo en 3.60% en su reunión del 9 de diciembre. A falta de sorpresas al alza significativas en la inflación del IPC, dudamos que las subidas de tasas estén de vuelta en la mesa pronto.
"El crecimiento del PIB de Australia en el tercer trimestre sorprendió a la baja en relación con nuestras expectativas y las del mercado, expandiéndose un 0.4% intertrimestral ajustado estacionalmente (SA), aunque el crecimiento anual se situó en un máximo de dos años (2.1% interanual). El crecimiento más lento en el consumo de los hogares (+0.5% intertrimestral SA) y el gasto gubernamental (+0.8%) compensó un aumento en la inversión privada (+2.9%) y pública (+3.1%). Nuestra medida del gasto discrecional de los hogares, proxy del gasto en recreación, hoteles y equipos para el hogar, también se moderó a 0.3% intertrimestral SA (Q2: +1.6%). El crecimiento de la productividad se desaceleró aún más, lo que debería mantener los costos laborales unitarios bien respaldados, limitando el margen para un mayor alivio por parte del Banco de la Reserva de Australia (RBA)."
"Nuestra línea base sigue siendo que el RBA mantenga la tasa de efectivo sin cambios en 3.60% en una decisión unánime en su reunión del 9 de diciembre. El crecimiento económico es estable, y el próximo informe del mercado laboral se publicará solo después de la reunión del RBA (11 de diciembre), con el banco central observando cualquier señal de debilitamiento en las condiciones del mercado laboral. Creemos que el banco central seguirá atento a los riesgos al alza de la inflación en 2026. Estructuralmente, el bajo crecimiento de la productividad ha persistido, lo que el RBA no ha podido influir a través de la tasa de efectivo, aumentando la tasa de desempleo no aceleradora de inflación (NAIRU)."
"A falta de sorpresas al alza significativas en la inflación del IPC, dudamos que las subidas de tasas estén de vuelta en la mesa en el corto plazo. Aún vemos un deterioro abrupto en el mercado laboral que requeriría un mayor alivio de políticas por parte del RBA en 2026 como un riesgo clave, pero esa no es nuestra línea base."