El Índice del Dólar estadounidense (DXY) está bajando tras un fuerte inicio el lunes, mientras los mercados monitorean los riesgos de una represalia iraní contra Estados Unidos (EE.UU.) y esperan el próximo testimonio del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, el martes.
Durante el fin de semana, el presidente estadounidense Donald Trump confirmó que las fuerzas americanas atacaron tres sitios nucleares iraníes, lo que generó temores de represalias por parte de Teherán. La posibilidad de que Irán responda interrumpiendo el tráfico de petróleo a través del Estrecho de Ormuz—un punto crítico marítimo—ha mantenido la sensación de riesgo en tensión.
El Índice del Dólar, que mide el USD contra una cesta de principales divisas, comenzó la semana con un pie más fuerte, subiendo por encima del anterior nivel de resistencia psicológica de 99 antes de deslizarse hacia abajo.
Sumando al impulso inicial, se publicó el lunes el Índice de Gerentes de Compras (PMI) preliminar de S&P Global para junio. El índice manufacturero se situó en 52, sin cambios respecto a mayo, pero por encima de las expectativas del consenso de 51. El componente de servicios moderó ligeramente a 53.1 desde 53.7, pero aún indicó expansión. Estas cifras subrayaron la resiliencia de la economía estadounidense, ayudando a estabilizar los rendimientos de los bonos y apoyar al Dólar estadounidense.
Sin embargo, durante la sesión estadounidense, la atención se volvió a centrar en la política monetaria. La gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, se unió a un coro creciente de funcionarios que se inclinan hacia una postura moderada, diciendo que el banco central debería mantenerse abierto a la posibilidad de un recorte de tasas en julio a medida que las presiones inflacionarias disminuyen. Sus comentarios resonaron con los del gobernador Christopher Waller la semana pasada, quien sugirió que un recorte en julio podría ser justificado si la desinflación continúa.
Con el presidente Jerome Powell programado para entregar su testimonio semestral ante el Congreso el martes, los operadores se están preparando para una actualización potencialmente crucial sobre el pensamiento de la Fed. Tras el último gráfico de puntos de la Fed, que previó dos recortes para 2025, el tono de Powell sobre la inflación, el crecimiento y la incertidumbre global probablemente dará forma a los movimientos a corto plazo en el Dólar estadounidense.
Perspectiva técnica: El Índice del Dólar se suaviza por debajo de 99.00
Desde una perspectiva técnica, el Índice del Dólar estadounidense ha rebotado desde el soporte cerca de 98.00 e intentó recuperar la media móvil simple (SMA) de 50 días en 99.48, que sigue siendo un nivel de resistencia importante. Con los precios actualmente coqueteando con la SMA de 20 días cerca de 98.89, un movimiento a la baja podría traer de vuelta el nivel de soporte psicológico de 98.00.
Sin embargo, si los precios logran recuperarse por encima de la SMA de 50 días, un cierre por encima de esta zona podría abrir un camino hacia 100.57, el retroceso de Fibonacci del 23.6% de la caída desde el pico de enero hasta el reciente mínimo de junio. El Índice de Fuerza Relativa (RSI) cerca de 45 sugiere un ligero impulso bajista.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.