El dólar estadounidense se mantuvo prácticamente plano en 97.85 en el comercio matutino europeo del jueves, consolidando ganancias tras un rally del 0.65% el miércoles, mientras los funcionarios de la Reserva Federal advirtieron contra las esperanzas de recortes de tipos de interés consecutivos.
La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, reiteró la opinión del presidente Powell del día anterior, sugiriendo que el próximo recorte de tipos de interés podría no ser inminente. Daly reconoció la necesidad de tipos de interés más bajos, pero afirmó que el equilibrio entre los dos mandatos, empleo e inflación, requiere proceder con cautela.
Más tarde hoy, los inversores estarán atentos a la lectura final del PIB del segundo trimestre de EE.UU., que se espera confirme que la economía creció a una tasa anualizada del 3.3%. Estas cifras y más discursos de los responsables de la política monetaria de la Fed probablemente impulsarán los cruces del Dólar estadounidense más tarde hoy.
Sin embargo, el punto culminante de la semana será el informe del Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) de EE.UU. que se publicará el viernes. Los inversores estarán ansiosos por evaluar el impacto de los aranceles comerciales en los precios al consumidor para una mejor evaluación de las decisiones de política monetaria a corto plazo de la Fed. Cualquier divergencia del consenso del mercado probablemente tendrá un impacto significativo en el USD.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.