En la sesión del viernes, el índice S&P 500 se sitúa en 4.785,50 dólares, ya que el impulso alcista parece aplanarse en la última jornada de comercio de 2023. En este sentido, el índice bursátil cerrará con una ganancia anual del 24% y suma su novena semana ganadora consecutiva, por lo que los movimientos a la baja podrían estar en el horizonte para consolidar las ganancias.
Recientemente, los flujos de capitales se reorientaron hacia las acciones, ya que en su última reunión de 2023, la Reserva Federal reconoció una desaceleración de la inflación, asegurando que no habría subidas de tipos en 2024 e insinuando un ajuste de 75 puntos básicos. Como las tasas de interés y las acciones están negativamente correlacionados, las expectativas de una Fed menos agresiva el año próximo hicieron que los activos de mayor riesgo se recuperaran.
Mientras tanto, los rendimientos estadounidenses se consolidan cerca de mínimos de varios meses. La tasa a 2 años se sitúa en el 4.29%, mientras que los rendimientos a 5 y 10 años se observan en el 3.87%, los tres con ligeros avances y con movimientos alcistas que parecen limitar las subidas para el índice. Además, el Dólar estadounidense medido por el índice DXY también se recuperó y saltó a 101.35, lo que también representa un desafío para el S&P.
En la primera semana de 2024, en Estados Unidos se publicarán datos relacionados con el sector del empleo, un recurso fundamental para calibrar la salud económica, que podrían influir en las expectativas de la Fed. Entre esos informes figuran el de Nóminas no Agrícolas de diciembre, la ganancia media por hora y la tasa de desempleo, todos ellos seguidos de cerca por la Fed.
El gráfico diario indica un conflicto entre las fuerzas del mercado a corto y largo plazo, lo que precipita la volatilidad. Evidentemente, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) presenta condiciones de sobrecompra planas, señal de un inminente giro bajista, ya que los operadores podrían buscar vender para materializar sus beneficios. Sin embargo, las barras verdes del histograma de convergencia de medias móviles (MACD) apuntan a que los alcistas conservan parte de su impulso.
En un contexto más amplio, la posición del índice por encima de las medias móviles simples (SMA) de 20, 100 y 200 días refleja una perspectiva alcista a largo plazo. A pesar de cualquier fluctuación a corto plazo, el peso de estas SMA sugiere que la fuerza compradora ejerce actualmente una influencia significativa sobre la tendencia actual del índice. Por tanto, no hay que subestimar la tracción alcista en las próximas sesiones comerciales.