Rachel Reeves, la ministra de Hacienda del Reino Unido, afronta el presupuesto de otoño del 26 de noviembre con una doble misión: generar al menos 6.000 millones de libras esterlinas de margen fiscal y priorizar el control de la inflación.
Los funcionarios del Tesoro han pedido a la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) que reduzca las facturas de energía, las tarifas ferroviarias y otros precios regulados en sus previsiones, para liberar más dinero para el gasto en servicios públicos.
Reeves informó a la OBR que una menor inflación reducirá los costos de endeudamiento del gobierno y aumentará la cantidad que gasta en mejorar los servicios públicos, como la atención médica, las escuelas y las carreteras, sin infringir las normas fiscales.
El gobierno ya tiene un déficit presupuestario de aproximadamente 35 mil millones de libras esterlinas debido a que ahora prevé un crecimiento económico más lento de lo inicialmente anticipado, los tipos de interés han aumentado y se han revertido los recortes en el gasto social. Reeves utilizará los 6 mil millones de libras esterlinas adicionales para apoyar a la población y las comunidades, fortalecer los servicios públicos y planificar el crecimiento futuro simultáneamente.
Economistas como Dan Hanson, de Bloomberg Economics, afirman que la OBR tiene la última palabra, ya que es un organismo de control independiente dent elabora las previsiones que sustentan cada presupuesto del Reino Unido. Sin embargo, la solicitud de Reeves podría prosperar, puesto que la historia demuestra que la OBR ha realizado cambios cuando el mercado o los planes gubernamentales se han modificado.
Reeves recibirá fondos adicionales una vez que la OBR apruebe su solicitud, lo que demostrará a todos que el gobierno está tomando medidas proactivas para gestionar la crisis. Su objetivo es facilitar la vida de las personas y las empresas de la región.
Los funcionarios del Tesoro pretenden reducir las facturas de energía, los billetes de tren y otros costes regulados para ayudar a las familias a costear los productos básicos del día a día y permitir al Banco de Inglaterra bajar los tipos de interés. Los bajos tipos de interés facilitarán el acceso al crédito tanto para empresas como para hogares y reducirán el coste de la deuda pública.
El Tesoro quiere eliminar los recargos climáticos y sociales de las facturas de energía y reducir el IVA sobre los bienes esenciales. También congelará el impuesto sobre el transporte aéreo de pasajeros para evitar que los costes de viaje sigan aumentando, reducirá los impuestos sobre el alcohol y el tabaco, y aplazará las subidas de impuestos previstas para los cigarrillos electrónicos y los vehículos eléctricos.
Con estas medidas, las familias y las empresas podrán destinar más fondos a otras necesidades básicas, y las empresas también mantendrán sus costes en un nivel bajo.
Los economistas predicen que el gobierno reducirá la inflación en torno al 0,5%, lo que supondrá una diferencia significativa para las empresas y las familias que afrontan los altos costes de la economía. Incluso una pequeña disminución de la inflación reducirá la presión sobre los tipos de interés y abaratará los préstamos a largo plazo.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, afirmó que la reducción de los precios regulados puede conllevar una disminución de entre 0,4 y 0,5 puntos porcentuales en la inflación de los precios de los servicios. Asimismo, indicó que el banco central reducirá los tipos de interés con mayor celeridad para ayudar a los hogares con sus hipotecas, préstamos y gastos cotidianos si las medidas resultan eficaces.
Los funcionarios del Tesoro son transparentes sobre sus planes para reducir los costos para las familias y las empresas, ya que su objetivo es aumentar la confianza en el gobierno y facilitar la colaboración entre todas las partes involucradas en el impulso del crecimiento económico.
La inflación en el Reino Unido se sitúa actualmente en el 3,8%, casi el doble del objetivo del Banco de Inglaterra del 2% . El tipo de interés de referencia se mantiene en el 4%, por lo que el gobierno debe encontrar un equilibrio entre el apoyo al crecimiento económico, el control de la inflación y la garantía de la sostenibilidad de las finanzas públicas. Cualquier contratiempo podría incrementar aún más el coste de los bienes y servicios, y la economía se resentirá aún más.
El Tesoro tiene previsto centrarse en la energía, las tarifas ferroviarias y otros costes regulados, ya que el gobierno puede tener un impacto directo en estas áreas.
¿Quieres que tu proyecto esté presente en las mentes más brillantes del mundo de las criptomonedas? Preséntalo en nuestro próximo informe del sector, donde los datos se combinan con el impacto.