Las mayores plataformas de internet de China están volviendo poco a poco al sector de los préstamos al consumo, tras años de cautela y silencio después de una represión generalizada, pero no se trata de un regreso ruidoso.
No hay campañas públicas llamativas ni discursos ostentosos en el sector; sin embargo, dentro del mismo, los altos directivos perciben un cambio de ambiente y están tanteando el terreno. El detonante fue sutil, pero innegable: Pekín anunció este año subvenciones a los intereses de los préstamos al consumo, situando así a Ant Group y WeBank al mismo nivel que las entidades financieras tradicionales.
Una fuente del sector afirma que el entorno regulatorio del país “se ha vuelto más flexible”. “Dado que la situación económica actual es complicada, la economía necesita apoyarse en las grandes plataformas financieras de internet”, declaró una fuente citada por Reuters.
Ese respaldo tácito tuvo peso, y las plataformas lo interpretaron como una señal de que el gobierno desea reactivar el consumo y que los canales de crédito funcionen, siempre y cuando estén más controlados que durante la época de desenfreno de finales de la década de 2010. China se ha fijado como objetivo una economía de 23,9 billones de dólares para 2030 con el fin de impulsar el gasto, como ya informó Cryptopolitan .
Durante tres años, el sector vivió a la sombra de la inesperada suspensión de la exitosa salida a bolsa de Ant Group . Aquel suceso marcó el fin de la era de la libre expansión. Ant Group y otras empresas se vieron obligadas a separar los servicios financieros en compañías independientes y a acatar normas de capital más estrictas.
Incluso después de que los reguladores afirmaran el año pasado que la reestructuración principal estaba completa, los financieros de internet seguían tensos, conscientes de que un paso en falso sería castigado.
Lo que está surgiendo ahora es una confianza cautelosa; el Estado no anima abiertamente a retomar los préstamos, pero el margen para concederlos está regresando. Una persona cercana a una importante plataforma afirmó que el ambiente se percibe más normalizado en comparación con los últimos años. Las reuniones de alto nivel con líderes empresariales del sector privado y la insinuación de que lo peor de la tormenta regulatoria ya ha pasado han reforzado esa sensación.
Las previsiones reflejan esta tendencia, ya que UBS espera que los préstamos en plataformas online repunten el próximo año y sigan creciendo de forma constante durante la próxima década. También se prevé una aceleración del crecimiento de los beneficios en el sector de préstamos al consumo en general.
“Es un buen momento”, dijo Zennon Kapron, director de la consultora fintech GL Insights.
“Si la economía en general está en dificultades, entonces se necesita la tecnología financiera (fintech), porque esta impulsa el consumo al hacer que las personas se sientan más cómodas gastando si pueden pagar a plazos.”
Kapron.
Los asesores de tecnología financiera describen esto como el producto de un momento político y económico, un consumo débil, una baja confianza de los hogares y un liderazgo que sabe que el crédito es una de las pocas palancas que pueden impulsar el gasto.
Sin embargo, si bien existe margen de crecimiento, también surgen nuevos riesgos, ya que los ingresos familiares no se han recuperado al mismo ritmo que el regreso de los agentes de crédito. Unadentde Shanghái, que solicitó su primer préstamo en línea para amueblar su casa, comentó que la aprobación fue tan sencilla que decidió probar. Casos como el suyo explican por qué las plataformas experimentan una demanda acumulada, pero los casos en el extremo opuesto explican por qué los reguladores podrían mantenerse en alerta.
En el primer trimestre de este año, los préstamos al consumo morosos se dispararon, y los bancos y las entidades financieras se deshicieron de decenas de miles de millones de yuanes en deuda incobrable. Las firmas de investigación estiman que una proporción considerable de adultos ha incurrido en impago o se ha atrasado en sus pagos.
En algunos casos extremos, los prestatarios utilizaron pequeños préstamos para especular con oro o divisas, solo para ver cómo sus apuestas se derrumbaban y sus deudas se disparaban.
Fuentes internas afirman que Pekín aún busca la moderación y no quiere pasar vergüenza, y que si los impagos vuelven a dispararse, la represión podría reanudarse sin previo aviso. Por ahora, las plataformas de internet seguirán tanteando los límites y por fin tienen un respiro, pero siguen muy atentas a cualquier cambio en el panorama.
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